La industria de la moda, tanto si hablamos de lujo como de fast fashion, no es precisamente un lugar tranquilo: las acusaciones y el recurso a los tribunales están a la orden del día. Una muestra de ello es lo que ocurrió recientemente en una corte federal de Nueva York, donde Zara y el conglomerado Inditex presentaron una demanda contra la marca independiente Thilikó, LLC y su propietaria Queenie Williams.
En concreto, tal y como informa The Fashion Law, Zara e Inditex acusan a la marca de moda “socialmente responsable” con sede en Los Ángeles de haber puesto en marcha un esquema de infracciones “en serie”: “infracción de derechos de autor, publicidad engañosa, competencia desleal y operaciones comerciales engañosas con el fin de inducir a error a los consumidores sobre el origen y la naturaleza de sus prendas y accesorios” .
Según se aprecia en la lectura de la declaración, el gigante del fast fashion afirma que “la publicidad, el marketing y las etiquetas de los productos de Thilikó han hecho creer que los productos de Zara han sido diseñados, creados y/o producidos por Thilikó”.
Además de engañar a los consumidores sobre el origen de la ropa en cuestión, la marca con sede en Los Ángeles también tendría el objetivo de “engañar al público” ofreciéndoles productos “a precios exorbitantes, muy por encima de lo que los consumidores pagarían por comprárselos”.
Aunado a lo anterior, se demanda por comercializar los productos de Zara como si fueran diseñados y fabricados por Thilikó, los acusados “sistemáticamente” tomaban fotografías de productos con derechos de autor que aparecen en el sitio web de Zara y los han “usado indebidamente” para publicitar y vender productos de otras personas.
Ante esta situación, Zara, no hace falta decir que el éxito de la marca deriva de la traducción inmediata de los looks de pasarela de otras marcas en productos listos para el mercado de masas, e Inditex acusan de violación a los términos del copyright del sitio de eCommerce de Zara, que prohíbe el uso, reproducción, modificación, de cualquier material del sitio sin su autorización.
Escenario al que hay que sumar la operación de greenwashing, toda vez que la empresa es señalada de “atraer a los consumidores al enfatizar su responsabilidad social y su compromiso con la ropa diseñada éticamente y producida de manera sostenible”, dice la demanda, con el agravante de engañar aún más al consumidor.
A la luz de lo anterior, Zara e Inditex han presentado demandas por infracción de derechos de autor, publicidad engañosa, prácticas comerciales desleales y engañosas bajo la ley del estado de Nueva York y delitos de marcas registradas bajo los Asuntos de Arte y Cultura de Nueva York.
Como resultado, Zara e Inditex afirman que han “sufrido daños monetarios sustanciales, así como daños irreparables e incuantificables a la reputación y el fondo de comercio de Zara” y, por lo tanto, buscan daños monetarios y medidas cautelares para evitar que Thilikó infrinja las fotos con derechos de autor.
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