Hace 5 años, WhatsApp era conocida en EE.UU. como la aplicación mexicana porque sólo los mexicanos la usaban. Hoy WhatsApp es una aplicación indispensable en el uso de los los mexicanos y en el mundo, ¿qué pasó? ¿Por qué se volvió indispensable para todos? Han pasado muchas cosas en tan sólo 5 años. Fue fundada en 2009 por Jan Koum (de Ucrania que migró a Estados Unidos a principios de los años noventa, sin hablar prácticamente inglés), y que había sido anteriormente el director del equipo de operaciones de plataforma de Yahoo! Hoy tiene más de 1,000 millones de usuarios en el mundo. Según fuente de la revista Merca2.0, el top ten de países donde más se utiliza Whatsapp, lo encabeza Malasia (77 por ciento), seguido de Suráfrica y Singapur (76 por ciento), España (75 por ciento), Hong Kong (74 por ciento), Argentina (73 por ciento), México (70 por ciento), India (68 por ciento), Italia (66 por ciento) y Emiratos Árabes Unidos y Holanda con 61 por ciento.
¿Por qué nos engancha tanto WhatsApp?
Existen varias razones, más que una aplicación, yo la considero una red social. De las más modernas y poderosas. Nos es necesariamente una aplicación aunque nació así porque no es parte la economía compartida, no hay transacción aunque vive en las plataformas como una aplicación y tienes que descargarla tal cual. Es un híbrido entre una aplicación y una red social, de hecho, puede vivir en tu teléfono y en tu desktop porque ya es también una herramienta de trabajo. WhatsApp nos engancha porque es en primera instancia un mecanismo de mensajería rápida e instantánea. Empezó como mensajería instantánea SMS y ahora, todos los días la usamos para cuestiones personales, negocio o trabajo. Si desojamos WhatsApp empezaré por hacer una descripción de lo mas importante a lo menos importante. Es un formato muy completo, nos comunica, podemos enviar archivos, links, texto, audio, video y quizá lo que termina de darle un respaldo social son los chats, que desdicen a agrupar por tribus y segmentos a perfiles con el mismo interés. Lo que la da una fuerza contundente son las agrupaciones y chats. Son muy poderosos, de hecho la gente vacía sus emociones en los chat, pelean y se apoyan emocionalmente, sin condiciones, en los grupos. Esto de destilar emociones positivas y negativas en un contenedor digital me parece asombroso y digno de estudio.
WhatsApp tiene sus luminosidades y zonas oscuras. En sus sombras es un gran ayudante para crear rumorología, psicosis colectiva, estrés e incertidumbre. Es gasolina pura para propagar noticias falsas, ya sea en audios o videos. He visto cosas asombrosas en esta red social, en muchos grupos de papás, llegan a compartir fotografías de la caca de sus niños para consultar si deben llevarlos al pediatra o no. Definitivamente lo he visto todo.
¿De dónde viene y hacia donde va WhatsApp?
Interesante es su futuro. Ira como una alma digital de nuestra vida personal y profesional. Con un gran perfil bajo. En cuanto a lo comercial y la mercadotecnia. Esta aplicación sustituirá a muchos call centers, será la herramienta perfecta de seguimiento de un CRM (Customer Relationship Management) y de la nueva atención al cliente. Es perfecta, porque va entre lo personal, lo personalizado, la modernidad y la inmediatez. Y en cuanto a lo personal, se volverá una voz interna de nuestros teléfonos que custodiará nuestra privacidad que contiene nuestra luminosidad, nuestros demonios internos y nuestras sombras. Muchas relaciones interpersonales que arrancarán por aquí, será un ejecutor de divorcios, amistades poderosas y distanciamientos amistosos. No subestimen a WhatsApp, es cada vez más poderoso y nos puede llevar a la cima o al mismísimo infierno. Por cierto, El 19 de febrero de 2014, la aplicación fue adquirida por Facebook por 19,000 millones de dólares (de los cuales 12,000 millones correspondían a acciones de Facebook y el resto, en efectivo).