Volkswagen, Ford, GM, Renault, Audi y otras compañías esperaban con ansía regresar a sus operaciones. Después de declaraciones presionando al Gobierno Federal, decidió integrarla en las actividades que pueden retomar su rumbo en el país.
Sin embargo, en algunos estados, como en Puebla, las autoridades locales decidieron hacer uso de su autonomía e impedir el retorno de operaciones ante posibles riesgos de contagio. El gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta tuvo ciertos roces con las compañías por indicarles que debían esperar.
Una de las empresas más sonadas en estos dimes y diretes con el Gobernador, ha sido Volkswagen que debían acatar las reglas y aún cuando ya tenía autorización de regresar el pasado 15 de junio, Steffen Reiche, presidente del Consejo Ejecutivo de Volkswagen de México, dijo que por el momento permitiríann que sus trabajadores sigan en casa, por lo que la reapertura de las plantas será gradual, con el 30 por ciento del personal regresando a laborar en una primera fase.
La compañía anunció que están implementando más de 100 medidas de higiene y prevención.
Pero finalmente, sería este lunes cuando reinicien actividades Volkswagen y Audi, las empresas de autopartes y el sector de la construcción en Puebla, un estado clave para la industria automotriz.
Aunque el Gobernador dio su visto bueno, les advirtió que estará atento sobre un posible repunte de contagios de COVID-19, para entonces tomar decisiones.
Barbosa Huerta señaló que el reinició de labores va a provocar una sinergia muy grande en la capital y en otros municipios, por lo que “vamos a ver a cuánto llega la curva y entonces advertiremos cosas”.
La industria automotriz genera cerca de 980 mil puestos de trabajo directos de los que dependen poco más de 3.6 millones de mexicanos, a nivel nacional.
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