Volkswagen ha aceptado pagar unos diez mil 200 millones de dólares en compensación a los demandantes estadounidenses por la manipulación de las pruebas de emisiones. La mayor parte del dinero iría para compensar a 482 mil propietarios de autos cuyos motores diésel de dos litros fueron programados para burlar las pruebas.
Parte de los fondos serían para pagar multas y financiar un programa de reparación de daños ambientales.
Los propietarios podrían optar entre revender sus unidades a VW al valor anterior del estallido del escándalo el 18 de septiembre de 2015 o conservarlas y hacerlas reparar por la compañía.
Además recibirían una compensación de entre mil y siete mil dólares.
Los abogados representantes de propietarios, VW, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y otras agencias del gobierno todavía no han acordado las medidas que tomará VW para reparar los autos.
Cualquier reparación sería cara y requeriría un convertidor catalítico más grande o la inyección de urea química en el escape para ayudar a neutralizar la contaminación.
La EPA dijo que los autos pueden emitir óxido de nitrógeno 40 veces por encima del límite legal, lo cual puede causar problemas respiratorios a los seres humanos.