Volkswagen, uno de los fabricantes de autos más grandes del mundo, está en medio de un escándalo que podría afectar su imagen como marca o bien en un giro inesperado, posicionarlo en lo más alto en el mercado.
Notas Relacionadas:
Estrategias below the line para promocionar el regreso de Terminator
Volkswagen crea una vending machine para cuidar el medio ambiente
Volkswagen lanza increíble publicidad interactiva en autobuses que evita accidentes
Esta semana, el diario alemán Hessische Niedersaechsische Allgemeine, informó de la muerte de un hombre de 21 años en la planta en Baunatal al norte de Fráncfort a manos de un “robot” de esta empresa.
El incidente ocurrió cuando el hombre se encontraba instalando la maquina ensambladora y esta lo tomó y lo aplastó contra una placa de metal, causándole graves daños en su pecho y pese a los esfuerzos de sus compañeros por mantenerlo con vida, el joven no sobrevivió a los daños provocados por la maquina.
“Según conclusiones preliminares, el accidente se debió a un error humano, más que a un problema con el robot que puede programarse para llevar acabo tareas en el proceso de ensamblaje”, señaló en un comunicado Heiko Hillwig, vocero de VW y se negó a dar más detalles del accidente porque está en proceso la investigación.
Este hecho no sólo daña el branding de la empresa, sino que también pone en debate el uso de los robots en esta industria y demuestra que tal vez, los trabajadores no están al cien por ciento capacitados para trabajar codo a codo con estas máquinas.
Sin embargo, este accidente lamentable también puede posicionar a la marca en el mercado ya que demuestra que esta utilizando inteligencia artificial para fabricar sus autos, lo que puede darle un “status” mayor a sus vehículos.
Para muchos otros, esta noticia “casualmente” se da cuando se acaba de estrenar la nueva película de Terminator y porque además esta nota fue dada a conocer por la reportera del Financial Times, Sarah O’Connor, nombre similar a la mujer que sale en las películas de este robot, Sarah Connor.
