Contrario a lo que muchos dueños de empresas piensan, las vacaciones que toman los colaboradores no son tiempo perdido, sino es una necesidad. ¿Por qué? Más allá de las cuestiones propiamente legales que implica ofrecer días de descanso a los trabajadores, es un factor que influye poderosamente en su productividad y en su desempeño. Sin embargo, por más extraño que parezca, hay muchas personas que no saben tomarse una vacaciones, ya sea porque literalmente nunca dejan el trabajo o, porque cuando lo llegan a hacer, realmente no descansan o sólo hacen home office.
Pymes y Autónomos explica que las vacaciones pueden servir como un respiro de aire fresco para los colaboradores. Después de tomar un periodo de descanso, es posible que los trabajadores regresen con energías renovadas para retomar sus tareas habituales e incluso asumir nuevos retos.
Sin embargo, para que las vacaciones tengan verdadera efectividad es necesario que los colaboradores se desconecten totalmente del trabajo y que no se lleven tareas a casa, ya que si no se hace, realmente no hará un descanso.
Una de las recomendaciones para dejar de lado el trabajo será el procurar tener todo listo para el último día que se está en la oficina. En dado caso de que haya alguna tarea que se deba hacer constantemente, será bueno confiar en el resto de los colaboradores y pedirles de favor que ayudan a realizarla.
Sin embargo, uno de los grandes problemas de las vacaciones muchas veces no es tomar este lapso de descanso, sino el volver a las labores, tal y como lo menciona RRHH Digital. Con ayuda del coaching, el colaborador puede volver a enforcarse en sus objetivos para conseguirlos.
Las vacaciones no sólo tienen beneficios para la productividad, sino que también cuentan un impacto positivo en la salud de los colaboradores, de acuerdo con datos de Muy Interesante, donde se afirma que tomar un tiempo de descanso del trabajo reduce un 30% el riesgo de muerte por una afección cardíaca.