Dependiendo de la marca de la que estemos hablando, podemos decir que el presupuesto de branding puede ser de unos cuantos miles de dólares a decenas o cientos de millones. El branding es importante: el ser reconocido por el consumidor, que un color, una sensación, un olor o una experiencia es posiblemente el recurso más valioso de cualquier marca.
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UX son las siglas de User eXperience, un concepto prácticamente apropiado por los medios digitales, pero que tiene una historia que los preceden. Su definición es el grado de facilidad que se hace la experiencia para que el usuario pueda realizar una tarea en específico. Google, Twitter, Facebook y los gigantes de tecnología ponen muchas horas hombre en lograr una mejor experiencia. Si sus servicios fueran difíciles de usar o causaran frustración, perderían usuarios.
Aún así no tiene que ver solamente con medios digitales. ¿Se han topado con puertas que intentamos empujar para darnos cuenta que se tiene que jalar, o viceversa? Eso es una mala experiencia de usuario, independientemente de lo que tenga señalado la puerta. Una parte importante del trabajo de UX es entender al usuario y disminuir su frustración, independientemente de si tiene razón o no.
El UX es, por lo tanto, otro factor que complementa la historia que el branding quiere contarle al cliente: es amigable o seria, grande o chica, juguetona o elegante, flexible o sólida.
Veamos estos dos ejemplos de menú:
Star Wars
Eva
En el sitio de Star Wars, no pierden la oportunidad de convertir el logo del menú en Lightsabers y darle un icono a cada una de sus secciones, junto con el fondo espacial. En el segundo ejemplo, para Eva, uno de nuestros clientes, quisimos transmitir los valores de la marca: vivo, fresco, orgánico. De un detalle tan pequeño hemos recibido muy buenos comentarios.
Otro ejemplo, Toca Boca aprovecha cada pequeño detalle en su sitio para deleitar, mi favorito son cómo juegan con sus logos para cada una de las apps que tienen:
Estos pequeños detalles, sin duda apoyan a la marca a posicionarse en el top of mind de los consumidores. La cuestión es que son pequeños detalles: los que deberían tener menos prioridad en el proyecto, pero una marca que ha llegado a fijarse en los puntos finos, probablemente es porque lo prioritario ya ha sido dominado.
Es por esta razón que la cereza se pone al final del pastel.
