¿Una cena a ciegas? Fue lo que le pregunté al Chef Mauricio Cavazos del Restaurante Cerro Viento cuando recibí su llamada a las 6 de la mañana en un lunes.
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¡Sí, como en cualquier restaurante de París! Aún no terminaba de despertarme bien y de discernir si lo que me estaba pasando era un mal sueño o una buena idea de BTL aplicada en el mundo gourmet. Y sí era una realidad, un grupo de ciegos generó una alianza con el restaurante Cerro Viento de Polanco, para ambientar una cena de 3 tiempos y lograr que los comensales perdieran uno de sus 5 sentidos en una cena cocinada por el experimentado Chef que consolidó su mejor formación en París.
Más evidente y fuerte que real, una cena que potenciaba los sabores más importantes, con servicio de meseros y anfitriones ciegos. Lo que experimenté fue una vivencia que potenció mis otros sentidos restantes, primero con una explosión de sonido, después el olfato me obligó a concentrarme en lo que comía y bebía. Que fácil hacer cosas tan difíciles de replicar, que fácil y que complicado es generar experiencias de vida que te cimbren y que te lleven por momentos e imágenes inolvidables.
Mi cena a ciegas se convirtió en una buena lección de Mercadotecnia BTL impartida por ciegos que nos hacen ver el privilegio de tener plenos todos nuestros sentidos. Recomiendo mucho vivir este tipo de situaciones y sensibilizarnos de lo que tenemos y de lo que nos hace falta. Los invito a ver el video que grabe en el siguiente podcast de mi cena a ciegas.