Cuando se trabaja con información, existen muchas formas de generar una base de datos, todo depende de qué se quiera hacer y los resultados que se esperan lograr. En el caso de emailing se consideran dos principales tipos el opt-in y el opt-out, donde el primero se caracteriza porque la gente se registra porque tiene interés en recibir información, mientras que la segunda destaca porque realiza los registros de manera manual a partir de las interacciones que tienen las personas con ciertos medios. Pero, ¿cómo se puede se pueden recolectar datos de este último modo?
Como en cualquier estrategia de recolección de información para hacer una base de datos, cuando se realiza opt-out es necesario presentarle a la gente un aviso de privacidad, así como también es fundamental contar con su autorización para disponer de su información. Con la finalidad de evitar en el futuro prácticamente cualquier problema legal que pudiera surgir.
Cuando se trabaja con opt-out se pueden realizar distintas acciones para fomentar la interacción de las personas: desde algunas dinámicas en redes sociales o incluso se le solicite dejar sus datos en una landing page.
Una vez que ya se tenga toda la información, es necesario que quienes trabajan con la información la clasifiquen y ordenen eficientemente, para hacer los cruces necesarios para los finales que se requieren.
Posteriormente a que se tengas las bases de datos generadas por el opt-out, se tendrá que se tendrá que generar información relevante y de valor para las personas a las que se les hará llegar un correo como parte de la estrategia de emailing.
Como las personas a las que se les estará haciendo llegar un correo no están interesadas de lleno en la información, es necesario captar su atención por medio de información de valor y que les resulte considerablemente útil.
