El teléfono y el internet son sin duda alguna los mejores inventos de la historia de la humanidad, sin embargo también son las mejores herramientas para tenernos vigilados y controlados.
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Así es, hoy en día gracias a que traemos con nosotros todo el tiempo nuestros teléfonos las tiendas pueden medir no solo la cantidad de clientes que entran, si no también la permanencia por cliente, frecuencia de visitas por semana o mes, el genero y edad de los visitantes, las áreas con mayor flujo adentro de la tienda y hasta la cantidad de personas que pasan por afuera.
Con tan solo colocar un pequeño dispositivo dentro de la tienda se puede detectar gracias al Bluetooth o al Wi Fi toda el tipo de información que ni siquiera imaginamos.
Y yo que antes creía que la única forma que existía para medir la cantidad de visitantes era con los clásicos contadores manuales que tienen algunos policías en las entradas de conciertos y otros eventos masivos.
Pero la información no solo es recibida por la marca, los clientes también se pueden beneficiar de esto y tener un intercambio de datos, así es; los clientes también pueden recibir noticias, descuentos e información de nuevos modelos mientras caminan por la tienda y/o interactúan con los productos.
No solo se usan los teléfonos, también existen pantallas que detectan el genero de la persona que esta enfrente y gracias a eso saben que tipo de productos transmitir.
Esto ha llegado tan lejos que también hay maniquíes con cámaras en los ojos y sensores que detectan el audio y video para analizar al tipo de clientes dentro de la tienda y lo de lo que están hablando. De eso ya escribí en otra de mis columnas
(https://www.informabtl.com/maniquies-bionicos-el-futuro-del-retail/)
¿Invasión de la privacidad? ¿Espionaje? Actualmente no existen regulaciones para este tema, pero como siempre lo he dicho, el marketing es una poderosa herramienta con la que podemos hacer el bien o el mal. Es como un martillo el cual puede servir tanto como para destruir como para construir.