La calidad que logra desarrollar una marca es un componente que afecta la decisión de compra del cliente. El nivel de calidad de un determinado producto se basa en las características durante el proceso de producción o los proveedores.
Sin embargo, el cuidado de la calidad lo olvidaron empleados de McDonald’s Australia al entregar un producto contaminado. Un cliente que visitó un establecimiento de la marca se llevó una sorpresa al comer papas fritas con pedazos de vidrio.
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De acuerdo con Milenio, al comer las papas fritas el cliente se dio cuenta de que tenía pedazos de vidrio en la boca, lo que le ocasionó una hemorragia. Pero eso no fue todo. Algunos días después, tuvo dolor en el estómago, y llegó al hospital para que cirujanos le retirarán los pedazos de vidrio.
Según el reporte, el cliente ganó la demanda en contra de la empresa que posee las franquicias de McDonald’s en Australia, ya que los trabajadores del retailer admitieron que se había roto una lámpara de calor sobre la freidora de las papas.
Es un caso que muestra la importancia de cuidar todos los aspectos relacionados en la creación y entrega de valor al cliente, no solo para superar a la competencia, sino también para crear relaciones redituables y satisfacer a los consumidores.
Una campaña que uso Burger King para hacer notar la diferenciación de la marca fue la presentación de su clásica “Whopper” con moho, con la finalidad de demostrar que no utiliza conservantes artificiales en sus productos alimenticios.
Con esta acción BK muestra que la carne ni los ingredientes de sus hamburguesas como cebolla, lechuga, tomate, entre otros, no tienen conservadores o colorantes artificiales.
Datos de Statista muestran que McDonald’s es una de las marcas fast food más valiosas del mundo, con un valor estimado de 130 mil 368 millones de dólares. Mientras que Burger King cuenta con un valor estimado de 7 mil 63 millones de dólares.
