La función principal de prácticamente todo retailer es que cuente con un buen surtido para cubrir las necesidades de los clientes. Si la tienda minorista no cumple con esta función, es probable que sus ingresos caigan y que la confianza que tienen el consumidor en el punto de venta simplemente se desplome. Por este motivo, es que los administradores y los encargados de las tiendas sepan identificar lo que se conocer como el quiebre del stock, lo cual se puede definir como la falta de producto en el anaquel. Hay algunas claves que pueden delatar cuando está a punto de aparecer uno. Precisamente sobre esto hablamos en las siguientes líneas.
Retrasos y problemas con los proveedores y distribuidores pueden desencadenar en un quiebre de stock. ¿Por qué? Principalmente porque cualquier retraso o falta de productos definitivamente puede desencadenar en la falta de artículos en el anaquel y, por lo tanto, en un automático quiebre en el stock.
Otro de las señales que podrían delatar un próximo quiebre de stock es la falla en la logística. Cuando los encargados del category management no tienen la sensibilidad para saber en qué días se compran más productos, es posible que al día siguiente estos sean insuficiente o se terminen relativamente rápido. Si transportamos esto propiamente al almacén, si el colaborador encargado no percibe que se están terminando ciertos artículos, entonces, una vez que estos se acaben, pasará un tiempo para que se pueda abastecer nuevamente el anaquel, por lo que podría presentarse este problema.
Adicionalmente, otra señal que puede delatar un próximo quiebre, y que también tiene que ver con la logística, es que haya errores constantes o regulares con la catalogación y el etiquetado de productos que hay en el almacén. Además de esto, si los artículos no se encuentran en la categoría en la que deberían, también podrían presentarse eventualmente este problema.