Los nuevos puestos de trabajo generados por la tecnología, como Uber, permiten el empleo de miles de personas, pero también representan un reto para las leyes laborales.
Así lo determinó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su nuevo reporte “El empleo atípico en el mundo: retos y expectativas”, en el que precisó lo que define al denominado “empleo atípico” como los contratos temporales, horas reducidas, intermediarios (relación multipartita) y empleo encubierto.
La globalización, las transformaciones sociales y la tecnología han sido los detonantes de esta nueva tendencia mundial del empleo, aunque su crecimiento también se ha debido a que representa una “laguna legal” que termina por representar inseguridad laboral y carencia de derechos para los trabajadores.
- El reporte encontró además las siguientes claves:
- El 11% de los trabajadores en las empresas son temporales en 150 países.
- Las mujeres representan el 57% de los trabajadores de tiempo parcial.
- El empleo ocasional en más frecuente en países en desarrollo.
Por otra parte, la OIT advierte que el empleo atípico representa riesgos para los trabajadores como:
- Seguridad: La mayor incidencia de empleo atípico en un país aumenta la posibilidad de pasar después al desempleo en lugar de un empleo mejor.
- Ingresos: Los trabajadores en este esquema pueden sufrir penalizaciones de hasta el 30% de sus ingresos.
- Horas: Los horarios variables y sin un control establecido perjudican el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, además de dificultar la posibilidad de hallar un nuevo empleo.
- Salud y seguridad social: Las tasas de lesiones son mayores en trabajadores atípicos y, debido a la falta de legislación, la seguridad social no los protege de accidentes u otros riesgos para su salud.
Para mejorar la situación, la OIT precisa que es necesario eliminar los vacíos legales y administrativos.
Es necesario contar con políticas que garanticen que todas las modalidades de empleo constituyan un trabajo decente, pues ninguna forma contractual es inmune a las continuas transformaciones del mundo del trabajo.