Las plataformas de transporte privado han registrado una demanda que claramente preocupa y molesta a los choferes de taxis tradicionales. En este sentido y con el fin de proteger los intereses de los taxistas concesionados, la Secretaría de Gobernación, en conjunto con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT); prohiben operar en aeropuertos de todo México a aplicaciones como Uber, Didi y Cabify.
Al respecto, voceros de la Segob señalan que no se trata de realizar operativos estrictos, sino de “apegarse a lo que marca la ley”, estableciendo que los aeropuertos son zona federal, por lo que ninguno de estos servicios puede ser prestado ahí.
Por su parte, la Sedatu busca conocer profundamente la forma de operar de ambas partes (taxi tradicional y transporte privado), con el fin de diseñar propuestas que integren un marco normativo y que ofrezca oportunidades 50-50.
Y aunque se sabe que ya con anterioridad los vehículos de transporte privado no podían recoger pasaje en algunos aeropuertos, la demanda no cesó e incluso Uber ha llegado a los 6.27 millones de viajes este 2019, triplicando su demanda en comparación con el 2016, según Statista.
Ante esta preferencia de los usuarios por los servicios privados, se ha llegando a limites en los que los choferes pedían a los pasajeros viajar en el asiento del copiloto con el fin de evitar sanciones.
¿Por qué los consumidores prefieren las plataformas de transporte privado?
Muchos de los pasajeros consideran que los taxis han dejado de ofrecer un servicio competente, añadiendo que la mayoría de las unidades se encuentran en mal estado.
Al respecto, el el Grupo de Economistas y Asociados (GEA), así como la institución Investigaciones Sociales Aplicadas (ISA), realizaron el Estudio sobre percepción de seguridad en movilidad para la Ciudad de México. El estudio reporta que 3 de cada 100 personas prefieren usar transporte privado por encima de los taxis tradicionales.
El 91 por ciento de los encuestados señalan que sienten mayor seguridad al solicitar este servicio a través de aplicaciones, puesto de éstas derivan otros servicios, como el botón de emergencia o la posibilidad de compartir la ubicación en tiempo real.