Mucho se ha dicho sobre cómo crear buen marketing, pero poco sobre cómo prevenir ataques a nuestra marca, que ahora puede navegar tranquila en el mundo on-line, pero debería estar preparada para cualquier tormenta.
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No me refiero sólo al hecho de que tus redes sociales puedan ser víctimas de hackers, existen además muchas otras formas de que corra un riesgo. Quizá tienes el dominio de tu marca con “.com”, “.com.mx”, “.mx “o “.net”, pero existen y se abrirán nuevas extensiones de dominios como “.sucks” (que por cierto iniciará en junio próximo) y podrían incluir el nombre de tu producto o servicio. ¿Has tomado medidas preventivas al respecto?
Personalidades como Kevin Spacey, Taylor Swiff y Ashton Kutcher, entre otros, ya han tomado cartas en el asunto, ya que compraron varios dominios con su nombre y diversas extensiones como “.adult” o “.porn” para evitar futuros ataques o usos indebidos de sus sellos personales. También, hay compañías precavidas como Google, Microsoft y Apple, quienes ampliaron su protección comprando dominios e incluyendo además los nombres de sus diversos productos y servicios.
Pero, ¿qué hay con la mayor parte de las marcas importantes? Muchas compañías sólo compran el dominio que actualmente usan, quizá algunas variables como “.mx” o “.net”, pero no van más allá. Es cierto que se pueden emprender acciones legales con quienes usen una marca de mala manera, pero el proceso puede resultar muy tedioso y el golpe ya estará dado.
No obstante, en todo esto hay un lado positivo, las marcas pueden aprovechar las extensiones de dominio (me refiero a las que tienen un significado positivo, claro está) para fortalecer la promoción de diversas categorías de producto o incluso productos en sí. Además, para anticiparse a posibles acciones en su contra, creando un dominio y sitio web de la marca aparentemente ajenos a la compañía, pero cuyo contenido es controlado por esta última ¿qué tal?