Estados Unidos da marcha atrás y renueva restricciones de viaje y bloqueará los negocios con el régimen militar de la nación isleña, según anunció este viernes el presidente Donald Trump en Miami.
“De manera inmediata, estoy cancelando el acuerdo completamente unilateral de la última administración con Cuba”, dijo Trump, con lo cual puso de pie la acalorada y llena sala del Teatro Manuel Artime. “Retamos a Cuba para venir a la mesa con nuevo acuerdo”.
Se promoverá la prohibición del turismo, también la “people to people travel” y sí se hará cumplir el embargo, se tomarán medidas concretas “para asegurar que las inversiones fluyan y que la gente pueda abrir negocios privados y así empezar a construir la política de un gran país, un gran futuro. La embajada de Estados Unidos permanecerá abierta, con la esperanza de que nuestros países puedan forjar un camino mucho más fuerte y mejor.” Determinó el mandatario.
También dejó claro que los Estados Unidos “restringirán muy fuertemente el dinero estadounidense que fluye a los servicios militares, de seguridad y de inteligencia que son el núcleo del régimen de Castro”.
Con estas declaraciones, Trump marcó su vuelta a Miami, ciudad el la que, como candidato, se quejó de que el gobierno de Obama terminara con una congelación de décadas de relaciones diplomáticas con el gobierno cubano y prometió “hacer el trato correcto” si fuera elegido.
Trump calificó las acciones del gobierno de Obama como un “terrible y equivocado trato con el régimen de Castro” y señaló que el acuerdo con Irán “era bastante malo también”.
El reajuste a la política de los Estados Unidos y Cuba marca otro ejemplo de esta Casa Blanca que remueve las políticas firmadas con la administración pasada.
De las acciones que dejó el ex presidente Barack Obama, queda vigente el trámite diplomático, la Embajada de los Estados Unidos en La Habana queda activa y no se ponen límites a la entrada de artículos originarios de la nación isleña, como cigarros y ron.
