Hace ocho años que llegaba a algún pitch o presentación de cartas credenciales de mi agencia o como consultor y pronunciaba la palabra “Tribus Urbanas” o Mirrey, godinez, Frester o Lobuki, los dueños y gerentes de la marca me veían raro, no entendían, se hacían como que no entendían o de plano no se les hacía una conversación coherente. El mismo presidente de México, elige cuatro tribus de audiencias para destinar sus mensajes clave: Chairos, fifís, conservadores o Neo porfiristas. Hoy, casi una década después, hay películas que usan estos arquetipos y venden millones de pesos en taquilla, comerciales, ropa y por fin las marcas entienden que las tribus urbanas son segmentos de mercado. Segmentos de mercado posmodernos. Nuevas formas de agrupar los estilos de vida de los clientes del siglo 21.
Ya que por fin entendieron, ahora empieza la, si la palabra lo vale, “segmentarización” por tribus de clientes. Con todo y hay quien sigue en el siglo pasado y otros productos y marcas sí están empezando a hacer el llamado a la tribu. Este fin de semana quien hizo muy bien el llamado a la tribu, es el carnaval de Bahidorá. Gritaron y gritan fuerte desde hace más de ocho años y hacen una gran experiencia en Las Estacas, cerca de Cuernavaca. Este festival musical está perfectamente teledirigido a las tribus urbanas Fresters, hípsters y tuluminatis. Más diría yo a los tuluminatis.
El fin de semana pasado, en Bahidorá se agotaron los boletos y los tuluminatis se apoderaron este año del festival, ¿Qué es un Tuluminati? Ya lo habíamos visto en este espacio. El insight fundamental que he logrado obtener de esta tribu es: “…Son hippies que se convierten en millonarios y millonarios que se convierten en hippies…” ¿A qué me refiero con esto? Que son clientes entre 18 y 45 años que tienen como centro del mundo a Tulum. Que adoran pagar por experiencias orgánicas muy hippie chic, ritos mesiánicos, mueren por meterse Ayahuasca en un buen rito y escuchan música electrónica con acentos hindús.
Tomen en cuenta a estas tribus que están gastando mucho dinero en este tipo de experiencias analógicas, orgánicas y desconexión. Bienvenidos tulimilatis, por será ustedes los que nos sacarán de este hastío de la mercadotecnia aburrida. Por que sus conciencias espirituales y ultra ecológicas nos harán generar una vuelta de tuerca y a una nueva forma de consumo masiva que nos inundará en los próximos años. Son tribus urbanas mexicanas, del caribe al mundo. Aquí algunas fotos de lo que vieron mis ojos de chavoruco/forever.