El reto de los promocionales es permanecer junto al consumidor.
Es posible, amigo lector, que en algún momento usted haya recibido un artículo promocional, desde la típica pluma, pasando por una bolsa, llavero, encendedor y libreta, hasta llegar a la memoria USB y otros artículos tecnológicos. Pero, ¿Por qué las marcas recurren a estas prácticas y qué deben hacer para que su esfuerzo no termine en la basura?
Antes de entrar de lleno a las razones que mantienen vigentes a los artículos promocionales y que han derivado en que algunos productos muy específicos ganen popularidad -tecnológicos y textiles-, es necesario dimensionar el tamaño de la industria.
Los datos más recientes recabados por el Departamento de Investigación de InformaBTL, señalan que el valor de la industria alcanzará los 4 mil 521 millones de pesos en 2013, lo cual significará un incremento de 14.6 por ciento en comparación con el 2012, cuando su facturación se estimó en 3 mil 944 millones de pesos.
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