Desafortunadamente, una catástrofe natural no se puede prever con mucha anticipación, sino que simplemente sucede. Dependiendo del tipo, la intensidad y la magnitud, serán los daños que generen, los cuales podrían ir desde afectaciones al comercio local y a la vivienda o incluso, en el más lamentable de los casos, el fallecimiento de personas. Este jueves 14 de noviembre se activó la alerta de tsunami en el pacífico, específicamente en Indonesia, después de que se registró un terremoto de magnitud 7.1, de acuerdo con medios como RT y como El Sol de México.
El terremoto, cuyo epicentro se registró en el norte de Indonesia (específicamente en el mar de Molucas, a una profundidad de 45 kilómetros, según datos de El Sol de México), no ha dejado hasta el momento pérdidas humanas o daños materiales. Cabe destacar que, a pesar del movimiento telúrico y del riesgo latente, de momento parece ser que todo opera con normalidad en el Aeropuerto Internacional Soekarno-Hatta , el cual es el más importante de dicho país.
De momento se tiene registrado que el terremoto se sintió en las zonas de Bitung, en las islas Célebes y en la isla Halmahera; adicionalmente al movimiento telúrico principal hasta el momento se han presentado 9 réplicas, cuya intensidad ha oscilado entre los 4.1 y los 4.9.
Cabe destacar que en diciembre de 2018 hubo un tsunami, el cual dejó cerca de 1,400 heridos y que además causó el fallecimiento de 429 personas, las cuales se encontraban ubicadas en la zona costera del país, según datos de RT, que está compuesto por un archipiélago de 17 islas y que está ubicado en la región volcánica conocida como el Anillo de Fuego, por lo que al año, hay cerca de 7,000 terremotos, la gran mayoría de baja intensidad.
De acuerdo con datos de Statista, se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de Indonesia alcanzará los 1,111.71 MMDD para el 2019; sin embargo, se considera que para el 2024 podría llegar hasta los 1,596.01 MMDD.