Vimos a Rafa Márquez convocar a una muy improvisada conferencia de prensa. Donde acudieron muchos medios nacionales e internacionales.
Lo vimos y escuchamos hablar en un tono depresivo, con mucho miedo, voz temblorosa y rictus nervioso. Sus manos estaban llenas de sudor y se tocaba constantemente la frente cada vez que terminaba una frase. Su forma de vestir era delineada, en tonos grises y negros. Para colmo y cerrar esta mala proyección de imagen personal el fondo del lugar a dónde convocó a la opinión pública era una reja y una red, como si estuviera en una cárcel.
¿Por qué se le ocurre a Rafael Márquez que ha sido acusado por instituciones de EUA de lavar dinero del narcotráfico salir a dar una conferencia de prensa en donde proyecta estar enjaulado y nervioso? Porque es claro que no tiene un asesor de imagen personal. Si lo tuviera, quizá este asesor no le hubiese permitido salir a los medios tan nervioso, vulnerable y proyectando una imagen tan desafortunada que no ayuda en nada para el lío financiero en que está metido.
Tanto Rafa Márquez y Julión Álvarez no han recibido una acusación penal sobre delincuencia organizada ni en México y mucho menos en EUA, sí han sido mencionados ellos y algunas de sus empresas dentro de una red de lavado de dinero de un narcotraficante mexicano por la inteligencia financiera del gobierno de Donald Trump.
Este escándalo mediático y bilateral entre México y EUA tiene muchos ángulos de observación. Es muy probable que a partir de ahora, Trump utilice estas menciones en las listas negras de lavado de dinero como método de presión para políticos y empresarios mexicanos. Aunque no es un dictamen de un juez con acciones penales, sí es una buena herramienta mediática de Trump para presionar al gobierno mexicano. Y Trump adora este tipo de escándalos que son mitad humo y mitad inciertos.
Por su parte, Julión Álvarez no tuvo una autodefensa mediática tan desafortunada. Escogió un video y ahí se le ve más seguro de sí mismo, menos ingenuo y naif, pero eso sí, arrastra la voz y se le nota que ha tomado unas copas de más, quizá para animarse a responder a la opinión pública.
Los dos famosos personajes mexicanos usaron muy mal sus herramientas de comunicación no verbal para transmitir un mensaje que era vital y muy clave para su futuro como marcas y profesionales.
Es muy importante lo que se dice, pero quizá es más importante cómo se dice. La imagen personal se construye todos los días y es un motor que nos impulsa para ser una marca más poderosa, quienes toman esto en serio se les nota, quienes no, muchas veces terminaremos viendo sus carreras terminadas súbitamente.
Por lo pronto el presidente Peña Nieto eliminó todo rasgo de amistad y fotos con Rafa y Julión y mientras tanto su imagen queda desecha y su futuro muy incierto más allá de los juzgados, su imagen personal está muy deteriorada.