Cuando se está pensando en acudir a una estrategia de guerrilla marketing, es necesario estar al tanto de los alcances de esta dinámica, ya que se emplea con fines diversos. Lo mejor es estar dispuesto para lo que puede resultar, lo que no y sus exigencias.
La guerrilla para marcas estrategas
Lo que debe mover a una marca para acercarse a la guerrilla marketign es su deseo por sorprender al consumidor con un servicio o producto que pueda adquirir y que quiera tener. Si nos ponemos en los zapatos del consumidor, me voy a sentir rechazado al desear mucho comprar tu marca pero yo no tenga la intención de comprarlo. ¿De qué hablamos?
- Ofrecer productos o servicios de valor real.
La campaña de guerrilla tiene que representar los valores y objetivos de toda las áreas de la marca. La campaña no sólo se trata de la promoción, sino de la visión de la marca en el mercado, frente al cliente.
- Acciones de guerrilla en concordancia con la visión de la marca.
Dedicar tiempo y esmero al plan de guerrilla implica darle valor a los desdeo del consumidor. Ahora ya no es suficiente presentar un buen producto para las necesidades del público, sino de saber cómo dejar un recuerdo indeleble en la rutina de éste.
- Valorar la importancia del día a día del cliente.
Es imprescindible rescatar la visión del cliente, él es la meta, hay que pensar como uno y en cómo replantearle que nuestro producto le será de utilidad.
- Recordar que somos humanos detrás de la campaña mirando a otros humanos.
El enfoque de la guerrilla marketing pretende impulsar las ventas, pero también retomar la notoriedad y desanclar una imagen caduca de una marca o sus productos.
Hacerle frente a lo aburrido tiene que ser el objetivo de una estrategia de guerrilla marketing.