Alrededor de 50 personas lesionadas fue el saldo que dejó un tiroteo en un cine de Viernheim, Alemania, que ocurrió a las 15:00 horas de este jueves, de acuerdo con el diario español El País.
Según informan los medios locales, el autor de los disparos se atrincheró en el cine Kinopolis, que se ubica al oeste de dicho país, pero ya fue capturado por la policía federal.
Al momento se desconoce si las víctimas del tiroteo fueron heridas por arma de fuego o por inhalación de gases, ya que el agresor también portada una cartuchera.
Hay que destacar que no es la primera vez que ocurren este tipo de tragedias en los complejos cinematográficos, en el 2015 un usuario del Grand Theatre en Lafayette disparó al azar en plena función de “Trainwreck” y luego se quitó la vida. Se registraron dos muertos y al menos 9 heridos.
En julio de 2012, el joven James Holmes se convirtió en el supuesto homicida de los tiroteos en el teatro Aurora, durante el estreno de la última película de Batman en Denver, Colorado. Esta tiroteo dejó un saldo de 12 muertos.
En el mismo año, Cinépolis en México, encabezó varios titulares, luego que en la sala 2 de la Plaza Ermita, el niño Hendrik recibió un balazo en la cabeza. Esta trágica historia conmocionó a los citadinos, pues la presunta bala perdida que venía del exterior del complejo causó el deceso del menor.
En tal sentido, habría que preguntarse ¿de qué manera los complejos cinematográficos están comprometidos con la seguridad de los clientes?