La publicidad tradicional y el marketing BTL desarrollado por determinada marca no puede prescindir de la palabra escrita, o al menos no en ciertos momentos.
La palabra escrita es un elemento fundamental en cualquier trabajo, empresa o profesión, y en el marketing el texto tiene el poder de sugerir, informar, influenciar, persuadir, e incluso manipular y hacer que el target cambie de opinión respecto a algo y haga lo que, en ocasiones, indirectamente se plantea y es difícil concebir, aun cuando hay palabras escritas.
Así como se puede inducir al consumidor a hacer o creer en algo o alguien con una imagen, el texto tiene un poder tal que, sin necesidad de ser rebuscados o usar palabras altisonantes, puede causar un efecto de influencia tal que el target se sienta motivado a realizar lo que se le dice o comprar lo que cierta marca vende.
La palabra en publicidad y marketing BTL busca atraer personalmente al público, mediante frases que aparentemente son objetivas, donde además se trata de convencer al destinatario o consumidor de algo e influir en su comportamiento.
Aunado a esto, lo que buscan las marcas con la palabra escrita es llegar a los sentimientos del público, atrayendo su atención, basándose en la persuasión.
Si tratamos de resumir qué rol juega la palabra escrita en el marketing BTL, podríamos decir lo siguiente:
Generar una atracción personalizada que incite una acción
“No te rindas”, ” tú tienes el control”, “keep walking”, entre muchas otras son frases o eslogans breves, donde la sencillez juega un papel muy importante.
Decir algo y además hacerlo en tono de orden sutil, es una buena manera de encaminar al consumidor hacia una acción a realizar, además de que denota cierto empoderamiento del consumidor. Y esto funciona aún más cuando las palabras se personalizan a través de una estrategia de marketing como emails donde este mensaje, además de ser directo, llega de forma directa.
Además, emplear la segunda persona gramatical, es decir hablarle al “tú”, es una forma más segura de llegar al target porque es como dirigirse exclusivamente a un hombre o mujer en específico, lo cual hace del texto una frase personalizada, que llegará de manera más directa.
Apelar a los sentimientos
Tanto la agencia detrás de una campaña como la propia marca tienen presente que cada estrategia desarrollada debe apelar a las emociones del consumidor, por lo que usar textos que los despierten es una buena manera de lograrlo.
Uso de calificativos, maximización de las expresiones, uso de figuras retóricas, frases breves y contundentes, esgrimiendo valores éticos, donde las palabras también le den credibilidad al mensaje y marca, hace que el target confié, se sienta motivado, además de que gracias a un uso de palabras correctas en términos de marketing, hace que la brand y características del producto se refuercen ante los ojos del target.
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