La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible hace énfasis en la expansión de las tecnologías de la información y las comunicaciones, mientras que la interconexión mundial brinda grandes posibilidades para acelerar el progreso humano, superar la brecha digital y desarrollar las sociedades del conocimiento. La Organización Mundial de la Salud estima que estos avances serán un factor facilitador esencial para garantizar que mil millones de personas se beneficien de la cobertura sanitaria universal con telemedicina.
Mil millones más estarán mejor protegidas frente a las emergencias sanitarias y aún mil millones disfrutarán de una salud y bienestar en mejores condiciones. Se prevé que la telemedicina, también conocida como telesalud o e-health, que se comprende como la prestación de servicios de atención médica a través de entornos remotos, recibirá un impuso a gran escala, contribuyendo al crecimiento del mercado global.
Comprendiendo los alcances de la telemedicina
La Ley General de Salud en el Artículo 5. Artículo 1o. Bis, describe el término “salud” como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Por tanto, explica como “telesalud” el modelo integral de la salud a través de las tecnologías de la información que brindan atención médica sin tener contacto físico con los pacientes. Esto se alude como práctica clínica para los pacientes con presencia no física y proveedores de atención médica.
La telemedicina se refiere al diagnóstico y tratamiento de varios problemas médicos por parte de los proveedores de atención médica a través de las telecomunicaciones. Abarca el uso de tecnologías como videoconferencias en vivo y aplicaciones móviles para brindar servicios de atención médica a pacientes separados geográficamente de las instalaciones médicas, basada en elementos como: expediente electrónico, receta digital, medición de valores, revisión visual, etc.
Los marcos de telemedicina son una expansión de la práctica clínica en muchos países desarrollados y no industriales con una gran población rural. Estas personas que se encuentran a distancia se han beneficiado enormemente con la presencia de la telemedicina para sus arreglos de atención médica normales. Sin embargo, esta tendencia ha sido creciente, con una penetración en los profesionales de la salud pequeños e individuales a raíz de la pandemia de COVID-19.
Durante la época de la pandemia, las soluciones en el mercado mundial de la telesalud se utilizaron ampliamente para recopilar información, tratar a los pacientes, brindar diagnósticos precisos y conectar a los pacientes con profesionales médicos elegibles.
Los servicios en el mercado global de telemedicina también fueron utilizados por varios gobiernos a gran escala para tranquilizar y concienciar a la población. El aumento de la demanda de servicios, debido a la creciente prevalencia de enfermedades crónicas, se convirtió en una gran alternativa para cubrir la demanda.
Según el último informe reciente sobre el mercado de telemedicina para el período histórico 2017-2018 y el período de pronóstico 2019-2027, el aumento de la incidencia de enfermedades crónicas y otras enfermedades agudas, el envejecimiento de la población, los avances tecnológicos, la conciencia sobre los servicios de telesalud y el aumento en los gastos de atención médica se proyectan para impulsar el mercado de telemedicina durante el período de pronóstico. Según el informe, este mercado se valoró en 27,510 millones de dólares en 2018 y se prevé que se expanda a una tasa de crecimiento anual compuesta del 14 por ciento entre 2019 y 2027.
Ahora bien, ¿cómo ha sido el comportamiento de la demanda de telemedicina en México?
México es un país en transición demográfica con un perfil epidemiológico complejo y un incremento de enfermedades no-transmisibles, accidentes y estilos de vida no saludables. Persisten marcadas inquietudes estructurales históricas y una concentración del ingreso que han derivado en una zozobra en el acceso a servicio básicos, oportunidades y participación social.
De acuerdo con un informe de Statista, tres de cada cuatro mexicanos en Chiapas se encuentran en situación de pobreza y tres de cada diez en pobreza extrema. El panorama nacional no es mucho mejor, ya que diez de los 32 estados tenían más de la mitad de su población en situación de pobreza. En concreto, estados como Guerrero y Puebla registraron niveles de pobreza del 66,4 y 62,4 por ciento, respectivamente.
Además, también se puede observar que los estados con menor porcentaje de personas consideradas pobres son Baja California, Nuevo León y Chihuahua, con respectivos 22,5 por ciento, 24,3 por ciento y 25,3 por ciento. Al respecto, el CENETEC informó que, de enero a noviembre de 2020, se realizaron más de 5 millones de acciones relacionadas al uso de telemedicina, en los sistemas de salud estatales.
Según estudios de mercado se ha encontrado que la empresa que ofrece más digitalización o apego a los estándares mundiales de lo que se entiende como telemedicina en México es Salud Interactiva, que se ha convertido en el líder en soluciones innovadoras de telemedicina para poner la salud al alcance de todos. Una empresa 100 por ciento mexicana, fundada en 1998, dedicada al desarrollo, integración y administración de servicios de salud y bienestar.
“La salud en México y en el mundo se encuentran en un momento crucial, debemos aprovechar los avances tecnológicos y de la ciencia para desarrollar programas de vanguardia para la población. Estos servicios deben ser especializados, personalizados, oportunos, de calidad, educativos y colaborativos para que contribuyan a crear conciencia de la responsabilidad de nuestra salud y así generar una cultura de prevención y hábitos de autocuidado. Facilitamos el acceso a servicios de salud multidisciplinarios de forma ágil y sencilla”, Jorge Woolf Sepúlveda, Director General de Salud Interactiva.
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