La telemedicina se ha convertido en una tendencia mundial desde el comienzo de la pandemia. Según un informe de McKinsey, en abril de 2020, las visitas de telemedicina aumentaron 78 veces en comparación con febrero de 2020. A partir de julio de 2021, la utilización de telemedicina se estabilizó en 38 veces más que antes de la pandemia.
¿Cómo la telemedicina ayuda a bajar costos en las empresas?
Las empresas están adoptando esta tendencia de la nueva normalidad, toda vez que continúan navegando entre el trabajo remoto y los protocolos del regreso a las oficinas y/o el trabajo híbrido; tras la gran lección que nos dejó la pandemia, también están sopesando qué nuevas ofertas y beneficios para los empleados ayudarán a reclutar y retener a los mejores talentos mientras se entrega un valor tangible a la propia compañía.
Por lo anterior, es que la telemedicina está programada para ocupar un lugar destacado en el panorama de los beneficios para empleados después de la pandemia. Y es que además, no es un secreto bien guardado que, los crecientes costos de atención médica están consumiendo una gran parte de los presupuestos de los empleadores, sin embargo, con los servicios de telemedicina, la atención a la salud integral de la fuerza laboral puede ser rentable.
Las empresas podrían ahorrar dinero al ofrecer atención preventiva, tratamiento para afecciones crónicas, servicios de salud mental y otras necesidades de atención médica, todo digitalmente. Se estima que dos tercios de las visitas a una sala de urgencias son evitables, lo que significa que los pacientes podrían recibir atención segura y eficaz en otros entornos y a través de modalidades como la telemedicina.
Además, esto genera primas más altas para los empleadores, quienes tienen un claro interés en brindarles a sus trabajadores acceso a servicios de telemedicina que ofrecen consultas telefónicas o por video con médicos en cualquier momento e incluso fuera del horario laboral y los fines de semana.
La telemedicina puede ser una herramienta muy eficaz para ayudar a las personas que viven con enfermedades crónicas a controlar mejor su salud y evitar que las personas en riesgo se enfermen más. Otro punto a favor de la atención médica a distancia es que no solo elimina las barreras a la atención y promueve un mayor bienestar general al facilitar visitas virtuales fáciles y convenientes, sino que también existen soluciones prometedoras diseñadas para abordar los desafíos que plantean enfermedades crónicas específicas, como la diabetes o la hipertensión.
Por otra parte, la telemedicina es un motor de valor tanto a corto como a largo plazo desde la perspectiva del empleado. En medio de la pandemia en curso, ofrece una forma segura y eficaz de seguir recibiendo atención médica de calidad clínica sin correr el riesgo de contagio en hospitales y consultorios médicos.
Lo anterior se sustenta aún más en un escenario en que las propias instituciones de salud de gobierno reconocen que el cumplimiento de sus estándares de calidad aún es heterogéneo entre los distintos prestadores y su eficiencia y resolutividad en algunos casos es reducida, lo que genera insatisfacción de los usuarios.
Al ofrecer servicios de telemedicina ahora, las empresas se unirán a una tendencia que ya está remodelando la atención médica. Al igual que con tantos otros bienes y servicios en la era digital, los consumidores quieren que la atención médica sea rápida, asequible y conveniente. Las empresas pueden satisfacer esta demanda al incluir la telemedicina en sus paquetes de beneficios e incentivar las visitas virtuales a través de tácticas creativas al momento de programar una cita remota.
La capacidad de la telemedicina para reducir los costos de atención médica, aumentar la productividad, ahorrar tiempo a los empleados y brindar atención médica eficiente puede parecer razón suficiente para que los empleadores la adopten. Pero la promesa no termina ahí. Desde el surgimiento de la pandemia, las empresas han estado lidiando con una epidemia de agotamiento de los empleados y problemas de salud mental. Los ahorros también pueden verse al aplicar atención preventiva que puede disminuir los riesgos de complicaciones y evitar siniestros que afecten las primas se seguros de gastos médicos mayores y las cuotas de IMSS.
La telemedicina también puede hacer que las sesiones de terapia y las consultas psiquiátricas sean más convenientes y menos intimidantes para aquellos que necesitan estos servicios, pero que de otro modo no los habrían buscado. A dos años de pandemia, la telemedicina ha sido parte de muchas de nuestras vidas desde hace algún tiempo. Es momento de comenzar a pensar en el papel de la telemedicina en el futuro posterior a la pandemia, y para las empresas, hay múltiples beneficios para considerarla. El futuro de la atención médica está aquí.
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