“Existe algo mucho más escaso, fino y raro que el talento. Es el talento de reconocer a los talentosos.” Hubbard, Elbert.
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He comentado anteriormente sobre la necesidad de atraer talento integral en todas las áreas relacionadas con la publicidad y en general en cualquier industria, pero también es indudable que debemos crear los mecanismos adecuados para poder detectar, atraer, retener y desarrollar al talento.
El talentismo es un término creado para explicar que anteriormente, el aumento del capital constituía un factor clave para alcanzar el éxito de una compañía. Hoy está ocurriendo un cambio y ese factor está siendo sustituido por el talento, es decir, en la habilidad de las organizaciones para generarlo, encontrarlo y retenerlo.
Para lograrlo, los empresarios deben alinear su plan de negocios con una estrategia que contemple el tipo de talento que sus organizaciones requerirán para concretar sus objetivos. Hay que incluir un plan de fuerza laboral que plantee, no solo cuántas personas deben contratarse, sino qué tipo de habilidades deben tener ahora, y no en cinco años, porque la compañía puede volverse obsoleta.
Detectar el talento correcto es la columna vertebral de todo el proceso para lo cual se debe en primerísimo lugar tener muy claro el perfil de cada posición, las habilidades técnicas que se buscan, las funciones a desarrollar y por supuesto los valores, principios y la experiencia requerida para cada posición.
Atraer el talento no es solo cuestión de una sola parte, aquí se requiere que ambos estén convencidos de una propuesta ganar-ganar. Las empresas debemos estar preparadas para tener distintos esquemas y márgenes de negociación para poder atraer al mejor talento.
Retener al talento tiene que ver entre otras cosas con el ambiente de trabajo, la flexibilidad de la empresa para la innovación, la capacidad de crear nuevos espacios de crecimiento para los colaboradores, un plan de carrera claro y por supuesto el reconocimiento económico y profesional al desempeño destacado.
Desarrollar el talento es otra etapa crucial para lograr llegar a buen puerto. No se trata solamente de entrenamiento para el personal en la parte técnica, se debe también considerar la evaluación constante con objetivos claros y mucha retroalimentación que permita a los colaboradores adquirir nuevas habilidades para desarrollar mejor su trabajo, las cuales por cierto no necesariamente deben ser exclusivamente técnicas.
Hay otras habilidades necesarias que pueden irse adoptando o perfeccionando en el camino como son el liderazgo, la comunicación, las habilidades de negociación, de presentación etc.
¿Que tipo de talento necesitas? Por ahí hay que empezar.