Ya no es novedad que Instagram es el red social mundial más cool del momento. Muchos de los centennials que la adoran no se dan cuenta que sí es muy lindo el mundo de Instagram, pero es más fake que realidad. El ambiente de Instagram es verdaderamente interesante. Es una realidad de las realidades. El hecho de que las principales herramientas de Instagram sean los filtros y el video, le imprime una realidad digital por momentos fantástica y por otra parte alterna.
En 2018, Instagram sumó 700 millones de usuarios. Duplicó su capital de usuarios desde 2017. Tiene de todo: fotos, filtros, video, live streaming, storytelling, messenger y conferencias en video. Suma todo lo mejor de la vida digital. Será la red social más imparable en los próximos tres años y crecerá con las nuevas generaciones de clientes. Lo más probable es que alcance su declive o decadencia en 5 años. Para 2024, muchos de los usuarios de la vida digital ya estarán saturados de los filtros y de la realidad digital y la tendencia será, volver al origen y las experiencias offline.
¿Qué es lo que más me gusta de Instagram? Los take overs (Del inglés tomar el control) Cuando cedes el control de tu Instagram a un invitado que quieres. Es como darle el control de tu identidad digital a alguien a quien quieres. Es un acto de cortesía. Es la confianza misma. Y también implica involucrar de forma clara a generar contenido al cliente o a un influencer de muchos clientes.
¿Cómo hacer el take over efectivo del Instagram de una marca?
Un take over implica dar el control de tus contraseñas o ceder tu Instagram. Es una muestra de confianza relevante y al mismo tiempo existe un riesgo porque cedes completamente el control de tu cuenta.
Hacer un take over es nombrar a un portavoz digital de tuyo. Debes estar seguro que al que le das tu Instagram tiene mucha sintonía con tu marca, con tus clientes o tus prospectos. Es una acto de fe pensado. Un take over es real y no fake.
Ni demasiados, ni pocos take overs. No a cualquiera la prestas tu caballo o tu moto. Debes de ceder el control de tu streaming en video de tu Instagram en momentos relevantes para tu identidad digital. Lanzamientos, eventos, experiencias offline o noticias relevantes de ti para tus seguidores.
Un take over genera sorpresa a tus seguidores. Y aprovechas ese momento para transmitir un contenido interesante y relevante. De nada sirve hacer esta transmisión de controles si no hay algo sorprendente que decir. Implica dar el control a tu cliente de tu Instagram. Esto sumará al capital de seguidores de tu cliente o tu portavoz digital a tu capital de seguidores. De hecho es clave que quien tome tu Instagram anuncie previamente que hará un take over desde tu cuenta. Y también ayudará en mucho que lo retransmita desde su propia cuenta.
Si ya diste el control de tu Instagram, no te metas. Este momento no es yuyo, lo estás donando sin ningún interés. No debes de entrometerte en el take over. Cede el total control de tus cuentas a tu invitado. Si no es así, no se proyectará de forma real, autentica y orgánica.
Un día en la vida de, una experiencia offline, un punto de vista diferente, personal, una mirada propia, una cobertura de un evento. Hay muchos ejemplos para hacer una transmisión en video desde tu Instagram al mundo. La clave es hacerlo casual y real. Un take over que no se siente orgánico no sirve de nada.
Si vas a hacer un take over. Decídelo ahora. Después será demasiado tarde. No se sentirá fresco y autentico. Y quizá en un futuro próximo. Ya no será un intercambio de audiencias entre los dos actores y agentes digitales.