Por:Â Mark Alazraki
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Un anuncio que vale 3.5 millones de USD por 30 segundos es una locura. Es dinero mal gastado. Ni se amortizará cuando se replique de manera gratuita una semana después en todos los medios.
Entiendo, reconozco y agradezco, que en 1984, Apple lanzó un comercial durante el Superbowl que pasó a la historia. Pero eso, ya pasó. Escribo estas líneas con el deseo de que los publicistas dejen (mos) ir el pasado de lo que fue su (nuestra) industria.
En 1984, no había de otra, los comerciales eran el highlight del evento. Todo mundo se quedó pasmado con la producción, la historia, y el misterio que rodeaba el comercial de la futura lovemark. Era un anuncio perfecto. Cuando Big Brother te observaba, era casi seguro que te veía cómo te parabas al baño durante los comerciales, y no viste el comercial que tenías que ver, o te lo perdías para siempre. (Recuerden que el anuncio de 1984 sólo se pauto una sola vez durante el SB 1984. Su amplificación se dio gracias a los teoristas de marketing que hablaron y enseñaron ese anuncio en todos los foros, desde ese día hasta hoy.) En ese año de Orwell, Ogilvy seguía vivo, trabajando. Simplemente tenías que ver el anuncio.
Parece que hoy la meta es replicar la estrategia de 1984 esperando los mismos resultados. Hacer un spot y soñar con tener la recordación de marca que 1984 gozó, simplemente está loco. No se puede lograr eso hoy. Hemos evolucionado tanto, que mínimo necesitamos un website al cual ir en caso de que queramos saber más. Somos mucho más complejos que un solo spot. Tristemente parece que en el Superdomingo importa poco.
Hoy se trata de la solución, de la experiencia completa. Se trata de diseñar un sistema de soporte que como marca, nos permita esperar a las personas hasta que ellos decidan cuando acudir a nuestra oferta.
Lo que me pregunto es por qué si hay un anuncio carísimo, super producido, (salvo un muy mal caso* )¿por que no hay Superbowl brand experience? Más ad-hoc a nuestra época:Â El anuncio maravilloso, acompañado por un website igual de maravilloso, exclusivamente hecho para que se viva a la par del anuncio, con un hashtag, contenido extra en Facebook, y no se qué más…? Para que hoy un spot sin website, Twitter, Facebook, o Youtube, pasen a la historia como en 1984 es imposible.
Veintiocho años después, estamos acostumbrados a que si algo nos gusta, no le tenemos que poner atención en ese momento, siempre sabemos a donde ir en la web, y como encontrar la información que necesitamos.
De los anuncios del domingo, pocos vienen con una experiencia de marca real. Por eso son insípidos. No importa la lista en la que nos las encontremos. Pertenecen a una lógica añeja. Los que hacen soluciones reales para problemas reales, son los que tienen la posibilidad de tener la recordación de marca reservada para los grandes.
* GoDaddy.com (que recibió mala crítica y el contenido web es ma-lí-simo)