Aunque, no, corrijo, no me apasiona el juego, pero si todo ese gran contenido que hay alrededor, materia obligada para cualquiera que pretenda considerarse profesional del marketing.
Y no me refiero solamente a esos grandes spots televisivos tan esperados y comentados que muchas veces hacen historia en el mundo publicitario, y cuyo costo por transmisión es de algunos millones de dólares por tan sólo 30 segundos al aire (que bien valen la pena si el comercial lo amerita). Tampoco al ya muy famoso espectáculo musical de medio tiempo, que admito, es entretenido.
Me refiero a toda la comunicación en torno al gran evento, que surge en redes sociales y rebota en las charlas con amigos y familiares. Que germina de detalles chuscos o momentos cómicos ya sea del partido, el resultado, el show musical, los spots de televisión o hasta de desafortunados percances, como el que aprovechó Oreo con el famoso apagón en el evento del 2013, para crear la pieza de comunicación “Power out? no problem. You can still dunk in the dark”, que generó más de 15,000 retuits tan sólo durante la media hora que duró la falla, más de 20,000 likes en Facebbok y una gran lección de Real Time Marketing.
Ejemplos hay muchos. Y no sólo en el Super Bowl. Los premios Oscar o los premios Grammys también son ahora magnos generadores de contenidos alternos y masivos, como el posteo que hizo Arby´s sobre el sombrero que usó Pharrell Williams (igual al del logotipo de la famosa cadena de restaurantes) con el lema “Hey @Pharrell, can we have our hat back?”, y que logró más de 75,000 retuits y 40,000 clics en la opción de favorito.
Además está todo ese contenido sobre el pobre desempeño del tiburón bailarín, el famoso “Left Shark” del show de Katy Perry en el Super Tazón del año pasado y que, tampoco fue desaprovechado por las marcas, pues PETA posteó una frase que indicaba que era una “prueba de que NO necesitas animales reales para sorprender a una multitud”, promoviendo con ello uno de sus principales objetivos de comunicación. Además, en el mensaje, no desaprovechó la oportunidad para copiar a #SeaWorld para aprovechar el tuit.
Y bueno, sobra mencionar el exitoso selfie de Samsung en los premios Oscar, que si tuvo su buen costo, pero fue el tuit más retuiteado de la historia hasta ese momento. Y qué tal la aparición de Coca Cola en las cajas de pizza que fueron entregadas en los mismos premios cinematográficos.
El secreto está en tener un buen equipo de generación de contenidos ¡con experiencia!, capaz de reaccionar rápidamente con un mensaje universal, contundente y bien estructurado. La oportunidad puede estar ahí, en cualquier segundo de la transmisión televisiva, pero el mérito de un buen enfoque, una gran creatividad y el adecuado relacionamiento del momento con la marca, lamentablemente no lo tiene cualquiera.
