Bud Light – Up for Whatever
En uno de los ejemplos de Marketing Directo más ostentosos que existen, este anuncio llevó a una persona incauta a una travesía que incluyó viajar en limosina, encontrarse a una llama en un elevador, jugar una partida de ping pong contra Arnold Schwarzenegger y subirse al escenario de un concierto de Onerepublic. Su realización costó 12 millones de dólares.