El día de ayer se anunció que el salario mínimo volverá tener un incremento del 22 por ciento para el próximo año, esto representaría la cuarta vez consecutiva desde 2019 que sube. Según pactaron los sectores patronales, sindicatos y el gobierno federal en el marco de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), el salario mínimo quedará en 172.87 pesos, con excepción de la Zona Libre de la Frontera Norte, que goza de un estatus económico particular, ahí será de 260.34 pesos.
De acuerdo con un informe del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la composición del acuerdo tripartito es de un 9 por ciento de aumento más un Monto Independiente de Recuperación (MIR) en ambas zonas. “Este aumento se reflejará en una mejora real en el poder adquisitivo de las y los trabajadores. Con ello, el Salario Mínimo General de la Zona Libre de la Frontera Norte llegará a cubrir el 112 por ciento de la Línea de Bienestar Familiar —definida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)— y el Salario Mínimo General del Resto del País llegará a cubrir el 74 por ciento de la misma”, señaló el CCE en un comunicado.
Sin embargo, toma relevancia que esto se da en un contexto en el que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que durante la primera quincena de noviembre la inflación anual de México se situó en 7,05 por ciento. Lo que se traduce en la cifra más elevada en más de 20 años. Jonathan Heath, Subgobernador del Banco de México, asegura que este índice económico está en una trayectoria al alza, lo que resulta preocupante; aunada a la ralentización de la recuperación de la pandemia.
“Es una prioridad para el sector privado brindar soluciones a los retos que enfrenta nuestro país, de cara a la reactivación económica después de la pandemia del COVID-19, que tanto ha afectado la economía de las familias mexicanas”, refirió el CCE. Por su parte el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que este aumento “significa que durante nuestra gestión el incremento ha sido del 65 por ciento en términos reales, algo que no ocurría en más de tres décadas. El salario mínimo en la zona frontera ha crecido más del doble”, comentó, en el marco de la celebración de sus tres años de Gobierno.
¿Y esta medida es suficiente para el gasto promedio de una familia?
Bienes de uso cotidiano como gas LP y alimentos como la tortilla de maíz y el jitomate han disparado la inflación en la actualidad. Cerca del 80 por ciento de los hogares en México usan gas LP para cocinar y para el uso de la regadera, por su aumento ha impactado directamente en los hábitos de consumo de las familias de bajos ingresos.
Según datos del reporte de investigación “En pobreza extrema el 80 por ciento de la población ocupada en México”, de la UNAM, el precio de una Canasta Básica Recomendable tiene un costo superior a los mil pesos diarios, e incluye frutas, legumbres, carne y no integra el costo de los energéticos o combustibles para su preparación, ni tampoco el pago de renta de vivienda, el transporte, vestido, calzado, aseo personal y muchos otros bienes y servicios que entran dentro del consumo de una familia.