Con la 1ª Guerra Mundial las mujeres atendieron un llamado del gobierno de los Estados Unidos, para que donaran sus corséts y pudiera ser usado el metal de éstos en la industria bélica. Ellas salieron a la calle y el Street marketing se activó.
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Aquella vez que el gobierno de los Estados Unidos convocó a las mujeres a servir a su patria, lo que generó fue que se promoviera el fin del corsét y la llegada del brasier al mercado, a través del Street marketing.
Ese día se acumularon 28 mil toneladas de acero para armar una industria bélica, lo que a su vez propició la llegada de un nuevo producto que no ha pasado de moda durante décadas: el brasier. Éste liberó a las mujeres de su carga y opresión para llevarlas a un branding más práctico y atrevido.
El Street marketing es una herramienta BTL muy funcional que termina por influir de manera aparentemente espontánea con sorpresa, en su arribo a las calles. Tiene un fuerte potencial en la manifestación del producto ante sus clientes.
