Ahora los deportistas de alto rendimiento son más que eso; son modelos, actores y en muchas ocasiones anaqueles donde las marcas aprovechan para patrocinar sus productos.
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Ya no es la condición humana lo que impera en una confrontación cara a cara, individual o en equipo. Ya no bastan los años, meses, semanas, días, horas y segundos de intensa práctica, de someterse al alto rendimiento, del constante sacrificio en la vida cotidiana para cruzar la línea blanca del tartán en el menor tiempo posible, para alcanzar la perfección antes de entrar en picada al agua, para incrustar un esférico en las redes de los escenarios más bellos del mundo, para ser el primero en ver una bandera a cuadros al compás del vertiginoso rugir de los motores entre curvas y trazados, para desafiar a la gravedad en la duela y alcanzar el anhelado aro, para recorrer múltiples yardas, ovoide en mano, sin ser derribado, para pisar los cuatro colchones del diamante en un solo “fogonazo”.
Ya no es Usain Bolt, ya no es Michael Phelps, ya no es Cristiano Ronaldo o Messi, ya no es Hamilton, LeBron James, Toni Romo o Mayweather. Ellos son ahora la imagen a explotar a través de la infinidad de marcas que imperan en la nueva era deportiva que día a día hace vibrar al mundo entero, en especial a través de las redes sociales. Ya no se compite en la cancha, se compite también en el trending topic. Rafael Nadal ya no puede ser el mejor tenista del mundo, el más popular, si no antecede su nombre un handle que lo impulse a generar millones de seguidores.
Ya no es el nocaut que le dé el título mundial a Saúl “Canelo” Álvarez, sino el hashtag del que podemos ser partícipes de todo el proceso deportivo y mercadológico que hay antes, durante y después de una pelea. Ahora un tuit es más veloz que Bolt, antes de que el jamaicano rebase la meta de los 100 metros planos en menos de nueve segundos.
Este fenómeno actual es muy bien aprovechado por las marcas para llegarle al consumidor a través de sus ídolos del deporte, a los que transforman en sofisticadas máquinas de los pies a la cabeza con artículos y vestimentas deportivas, porque ahora un récord mundial o el gol más bonito merecedor al botín de oro se convierten en tendencias que el patrocinador aprovecha al máximo. Esto es parte del “sports marketing”, en el que el escudo de un equipo en el uniforme ya no es suficiente, ahora se la da un valor agregado como cualquier producto.
Por eso ahora los deportistas son más que eso, son modelos, son pilares estratégicos de venta, son signos de pesos, dólares o euros, son superhéroes idealizados por millones de fanáticos gracias al trabajo de un community manager y son, además, los nuevos dioses del BTL.
Por esta y muchas razones más a partir de hoy inicio una nueva etapa en este extraordinario equipo de InformaBTL.com, para hacer un análisis concienzudo de las vertientes mercadológicas a través del deporte y su impacto en productos, marcas y servicios.
¿Te has preguntado el impacto económico que tendrá paras las marcas más potenciales y la NFL el desarrollo del próximo Súper Bowl en el Phoenix Stadium, en Arizona?
¿Sabes cuál será la derrama económica para la selección mexicana en su gira por Estados Unidos que arranca el próximo 6 de septiembre ante Chile, después de una agradable Copa del Mundo?
O ¿Cómo se repartirán desde ahora las marcas el trazado del Autódromo de los Hermanos Rodríguez para el Gran Premio de México el próximo año y en qué porcentaje crecerán las tendencias a través de las distintas redes sociales?
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