El plagio no se restringe a una sola industria; esta actividad ilícita se presenta en distintas situaciones, y en varios de estos casos, no hay una penalización ni retribución hacia los creadores de la pieza original.
En la industria de la moda, esto sucede a menudo, dado que muchos de los diseños textiles que suelen reproducir de forma ilegal no cuentan con una protección de propiedad industrial, por lo que su manufactura resulta más sencilla.
Tan sólo en 2016, la organización Impacto, presidida por Adriana Aguerrebere, logró identificar 3 plagios a diseños de artesanas indígenas, realizados por grandes firmas mundiales:
- Zara: reprodujo sin autorización la blusa de Aguacatenango, Chiapas.
- Mango: la tenanga de Doria.
- Intropia: plagió el brocado de San Juan Bautista, Tlacoatzintepec, Oaxaca.
En entrevista para el medio Animal Político, Adriana Aguerrebere afirmó que, tanto a nivel nacional como internacional, no hay leyes lo suficientemente eficientes que ayuden a proteger el patrimonio colectivo, enfocándose sólo a la protección de propiedad industrial individual, lo cual hace que el plagio se cometa con mayor frecuencia y no haya ningún tipo de castigo a los responsables, ni una compensación hacia los creadores.
No obstante, hizo énfasis en el importante papel que tienen las redes sociales para dar cuenta de plagios a prendas hechas por artesanos de comunidades indígenas, como el reportado por la cantante Susana Harp en 2015, quien denunció a través de sus redes sociales que en una tienda de San Diego se vendía una blusa típica de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, bajo la marca francesa Isabel Marant, hecho que causó críticas hacia la marca, la cual al final reconoció el robo del diseño.
Nestlé, en la mira por supuesto plagio a arte hidalguense
La empresa multinacional Nestlé se encuentra bajo demanda por artesanos tenangos ante un supuesto plagio por parte de la marca.
Desde 2016, algunos artesanos están en un proceso de litigio, luego de que un año antes vieran plasmados algunos de sus dibujos en tazas de chocolate Abuelita, mismos que según los artesanos son diseños de ellos y que fueran tomados sin la autorización de sus creadores.
En septiembre del año pasado se presentó una denuncia en contra de la compañía bajo el delito de plagio, posterior a un registro de los dibujos realizado en abril de 2016 ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor.
Tras una entrevista que Nestlé México tuvo con el diario El Universal, la multinacional aseguró que no han reproducido indebidamente una obra de artesanos mexicanos, y que los dibujos que sus demandantes refieren son creación del artista Mike Infierno, quien en colaboración con la agencia JWT, se realizó una campaña con la que se buscó promover tradiciones y manifestaciones culturales mexicanas.