De acuerdo con datos de Brand Watch, existen alrededor de 3.7 mil millones de usuarios internet, de los cuales, el 57% son adultos que utilizan alguna red social. Esto nos da una idea de la importancia que sitios como Facebook, Twitter o Instagram tiene en la vida cotidiana de las personas. Estas páginas han transformado sus funciones con el tiempo, de tal modo que ahora también pueden ser usadas para realizar transacciones comerciales. Esto las ha convertido en parte del e-commerce; sin embargo, tal es su relevancia que ya cuentan con su propia categoría, el social commerce. Pero, ¿qué es? Esta pregunta te la resolveremos con más claridad en las siguientes líneas.
Social commerce, una tendencia con crecimiento constante
Conocido también como comercio social (en su término castellanizado) o como s-commercel, es, básicamente las transacciones comerciales que se hacen a través de alguna red social.
Una definición aún más precisa es la que nos ofrece Human Level en su sitio electrónico: “es una prolongación del comercio electrónico que integra las plataformas sociales como un canal más en el proceso de venta de un producto o servicio”.
De acuerdo con este sitio y según el VII Estudio de redes sociales 2017, 53% de las personas encuestadas comentaron que usaban las redes sociales para buscar productos o servicios antes de comprarlos. De las plataformas sociales, la que se utiliza con más frecuencia para las transacciones de social commerce es Facebook.
Algunas de las ventajas con las que cuenta este tipo de comercio electrónico es que permite ofrecer y leer recomendaciones de otros consumidores. También aumenta el engagement de las marcas, según comenta Ve en su portal electrónico.
Human Level también plantea que otras de las ventajas con las que cuenta el social commerce es que los costos de difusión son menores, mientras que la confianza en las marcas y la difusión de sus productos son considerablemente mayores.