A todos los que enseñamos algo (mmm….), bueno, para aclarar, a quienes nos dedicamos al proceso de enseñanza-aprendizaje, nos toca una muy grata y, a la vez, una muy difícil actividad.
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Y no lo digo por las circunstancias por las que pasamos dentro del aula, tampoco lo digo por las interminables horas preparando materiales y contenidos adecuados y entretenidos para que los alumnos mantengan el interés y realicen parte de su labor del proceso, la de aprender, tampoco lo digo por las diversas situaciones contraactuales y de nóminas tan paupérrimas que posiblemente recibimos por esta noble labor, una de las más grandes labores por realizar para desarrollar a la sociedad y verdaderamente crecer como país, les comparto una sensación que tuve recientemente al estar preparando materiales para el ciclo que iniciará próximamente.
En el tema del liderazgo mucho se ha escrito y más se ha llevado a cabo; buscando modelos de liderazgo mundiales y de todas las épocas, por supuesto que me llegaron las imágenes desde el gran Salvador de los hombres, hasta el gran tirano de las causas, del gran empresario implacable y carismático hasta el innovador incansable; y cuando me eche un clavado para buscar a líderes mexicanos de antaño, pues encontré también buenos modelos, hay desde los que para algunos provocó una dictadura “casi” perfecta y quien por sus tanat…convicciones, prefirió autoexiliarse un rato, también encontré a nuestro incólume indígena de orígenes muy humildes quien llego a gobernar al país, si por varias ocasiones, encontré también a quien se ganó un Nobel por su palabra, aunque haya sido preferentemente escrita, y a uno mas que por el contrario, tenía una capacidad de palabra a toda prueba.
Y mi gran dilema fue al buscar líderes mexicanos actuales, modernos, confiables, creíbles y que sean congruentes con lo que dicen y lo que hacen, y no encontré ejemplos virtuosos que enseñar a las nuevas generaciones. Me fije en la clase política, y nada, ahí no hay nada ni nadie, todos están hechos de las mismas mam… y hacen lo mismo; busqué en el empresariado y tampoco encontré nada, si los hay muy ricos y poderosos, que viven en un país especial para ellos y que por supuesto no son ejemplo de liderazgo, más bien de cacicazgo, en los medios de comunicación, ahhh, ese cuarto poder y tampoco, puras pifias y conveniencias… caray, no encontraba a nadie y realmente me preocupe y me di cuenta porque estamos como estamos…
Para mi fortuna y para la de mis próximos alumn@s, me encontré con una camada de jóvenes (algunos no tan jóvenes, verdad), hombres y mujeres, que si están haciendo algo por la sociedad, al menos por ahora, en lo que sus empresas y emprendimientos se consolidan, pero que al menos por ahora si presentan esas características que estaba buscando para tomarlos como modelo a seguir. ¿Saben de quiénes hablo? Para mayores detalles, los invito a visitar sitios como endeavor.org.mx, también hay que echarse un clavado a los testimoniales del Tec de Monterrey con sus incansables emprendedores de todo tipo, por ejemplo, hace muy poco me enteré de una línea de investigación en donde desarrollaron una papilla nutricional de muy bajo costo, que se propone la den gratuitamente a las poblaciones con mayor desnutrición en el país. Todos esos esfuerzos son muy loables, de quienes sean, quitándoles toda la parafernalia de los estúpidos reality shows que solo atontan a la mente y a alguien más.
Ahora que iniciamos el año, pongámonos a hacer realmente una labor de liderazgo desde nuestras trincheras, pero que de verdad sea para el bien común, no solamente para “miguelito”.
Feliz año nuevo, a darle ch….
