No sé si lo que se comunica está muerto o quizá ya muchos estemos muertos en vida. Caminando paso a paso como zombis aferrándonos a ese pedazo de litio envuelto entre vidrio, plástico y metal. Que es una pantalla espejo. Que refleja nuestra vileza y nuestra belleza al mismo tiempo. Aunque la comunicación es sólo una y una se mantendrá, logra adaptarse y cubrirse de un camuflaje para permitir que los humanos nos vinculemos y socialicemos para mantenernos a flote y sobrevivir en esta masacre lapidatoria. Donde nos damos uno a otros con todo para matarnos en esta selva urbana que permite todo, menos que las ideas sobresalgan a flote para permitir que se piense muchas veces libre.
Lo libres pensadores muchas veces son encarcelados, mandados a leprosarios sociales, perseguidos, cancelados y lapidados digitalmente. En este mundo posmoderno, aparentemente abierto, no se valen las ideas de libertad porque siempre estamos listos a matarnos unos a otros.
¿Y la comunicación, cómo sobrevive?
Es una herramienta orgánica del humano. Como sus manos y pies. Como su mente y habla. Va de forma aletargada adaptándose a sus tiempos para sobrevivir, esquivando los obstáculos tecnológicos y las patologías emocionales que nos llenan en estas eras. Estos muchos vacíos que se nos acumulan y que nos inundan para aislarnos. La acumulación gana terreno siempre como la humedad. Es incontenible. El día que ya no nos comuniquemos ¡, estaremos muertos. Ya no seremos humanos. Lo cyberpunk es una realidad cuando aplicamos cada día más productos ajenos a lo natural en nuestro cuerpo. La comunicación se mantiene y se mantendrá como una herramienta offline del ser.
Los políticos lo saben por eso se comunican con las masas
Los políticos buscan el control y el poder de la sociedad. Y por lo mismo se comunican para mantenerse vivos. Lo animales políticos, se movilizan, polarizan a las sociedades, adoctrinan y educan para formar conectores comunicadores que repliquen sus mensajes centrales a otros que logren inyectar el voto para el mercado de votos que necesitan. Lo políticos posmodernos se han enfocado más en comunicar el pseudo contenido que en los verdaderos ideales y necesidades de la sociedad. Están obsesionados por conectar a otros sus verdaderos intereses personales. Lo material, el dinero y las necesidades monetarias. Porque cada día somos menos humanos que ayer. Los actuales políticos son un verdadero dolor de cabeza para nosotros los ciudadanos posmodernos, porque reflejan lo que somos. Ante una sociedad enferma de vacío, tenemos un poder de clase política que está vacía y que sólo mira a su ombligo. Un verdadero espejo de la podredumbre. La comunicación no tiene la culpa, porque sólo es el medio, no es el mansaje, si el mensaje es mierda, mierda será lo que lleve.
El verdadero problema es la sustancia el contenido, la quinta esencia. Lo que nos inspira realmente. Lo que nos hace falta como comunidad y rebaño. Lo que verdaderamente nos sacia y nos llena para quitarnos el vacío. La verdadera compañía. La vinculación social.
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