Sé que el título es como de libro de superación personal, de esos en donde te dan 10 pasos para convertirte en empresario o líder mundial. Lo cierto es que es una máxima que he aprendido a lo largo de los años, la cual te puede salvar de muchas situaciones fatigantes.
Los estudiosos han llamado a la época en que vivimos, la de la política liquida, es decir, la era de la comentocracia y opinología. Todos sabemos de todo y si no, hemos perdido la inhibición y el pudor que solamente se perdía con expertise, conocimiento o trayectoria, lo que acontece es que el comentario y consejo han perdido el valor.
Los mercas por lo general poseemos un perfil donde amamos la farándula, nos gusta ser el centro del universo y en cada ocasión que podemos, compartimos la profesión con sus implicaciones como si fuésemos una mezcla de un soldado de guerra y Maluma. Con dicho perfil un tanto rockstar y algo estadista, pasa que al predominar el primero, olvidamos reservarnos datos, se nos suelta la lengua para apantallar y es ahí donde quedamos vulnerables.
En todas las peleas por ganar campañas, he visto que el que más presume de clientes y éxitos, presenta una campaña endeble y sencilla. Es común creer que los premios, reconocimientos y clientes de renombre, nos darán más clientes, sin embargo, cada trabajo se gana por si mismo.
Aprender a callar es igual de trascendente que aprender a hablar
En nuestra industria se toman cursos para hablar en público, para proyectarnos ante audiencias, para generar confianza y poderes gerenciales. Lo cierto es que poco nos enseñan a formarnos en ese perfil de staff que puede traernos resultados positivos, más allá de momento de aplausos. Les comparto algunos puntos al respecto:
- Recuerde que se le trabaja a alguien, la estrella es el cliente, no su agencia, sus estatuillas o sus creativos.
- El bajo perfil es manejar el ajedrez, no ser una pieza. A veces confundimos una personalidad gris, con dejar que las personas tomen sus posturas, puestos y por tanto sus actividades. Como mercas dirigimos, nuestro trabajo es administrar marketing.
- Los premios son un efecto colateral de la actividad publicitaria, si lo que se le encargó en el brief no sucede, es decir, los objetivos no se cumplen, aun no existe condecoración que se entregue a la ineficacia.
- Todos tenemos una etapa embelesados por el show, luego nos damos cuenta que el dinero no está en el rockstareo mercadológico y nos enfocamos en algún momento a chambear sin fanfarrias.
- Lo dije al inicio; si no le piden un consejo, no lo dé. Reserve información, proporcione adelantos, pero recuerde que aprender a callar es tan importante como aprender a relacionarnos.
