Entre las principales promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador estaba el aumento al salario mínimo que se tiene, con una diferenciación entre las ciudades fronterizas y el resto del país. Con la finalidad de cumplir con esto, el pasado 18 de diciembre el actual presidente de México, junto con María Luisa Alcalde, secretaria de Economía, así como con empresarios y líderes sindicales, se anunció que se realizará un incremento nominal del 16 por ciento y uno real del 12 por ciento a partir del primero de enero de 2019. ¿Cómo impacta esto en el consumo?
Por su parte Andrés Manuel López Obrador comentó que este incremento en el salario mínimo que se realizará a partir del mes de enero no tendrá un efecto adverso en la inflación; mientras que María Luisa Alcalde explicó que el pago se finó como parte de un acuerdo entre el gobierno federal y los empresarios, el cual se dio en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos.
A través de este incremento, el salario mínimo del mexicano será de 176.72 pesos en la zona libre de las frontera norte del país, mientras que en el resto de territorio nacional tendrá un valor de 102.68 pesos. Según dijeron las autoridades federales, a través de esta medida se espera que haya un impacto progresivo, responsable y sostenido de este tema.
Ciertamente, si el mexicano que gana el salario mínimo adquiere un mayor poder adquisitivo, podrá destinar una mayor parte de sus ingresos a adquirir productos, ya sea de canasta básica o algunos otros que requiera; lo cual se puede traducir en un aumento en el consumo, lo cual, en consecuencia, puede tener un impacto positivo en la industria del retail.
En contraste, recientemente el Banco de México (Banxico) ha decidido elevar la tasa de interés, de tal modo que ha llegado a niveles considerado históricos: 8.25 por ciento para ser más exactos.
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