Recientemente las autoridades han puesto en varias entidades del país el semáforo epidemiológico en color verde, lo que significa para muchos, que podremos regresar a la vida laboral y profesional como la vivíamos antes de la pandemia. De echo, muchos de nosotros hemos “vuelto” a la forma de trabajar antes de lo previsto. Por lo cual nos hace crecer en gran medida nuestro estrés por más de lo normal y por miedo a un contagio u otras cosas.
Pero más allá de hablar de un problema de salud, el semáforo verde nos hace pensar y meditar sobre el inicio de una nueva época, y ¿por qué lo digo así?, nuestra mente es maravillosa y en tales pensamientos pudiéramos imaginarnos en la escena de alguna película apocalíptica, en donde quedamos pocos humanos para reconstruir el mundo. Suena fantástico lo sé, pero viéndolo en perspectiva, no estamos muy lejos de que eso pudiera ser mas realidad que ficción.
Lo que sí es una realidad es que tuvimos la suerte de poder estar aquí, inclusive el poder leerme, lo cual siempre agradezco, como el contar tantas anécdotas y experiencias de este cambio tan drástico que tuvo la humanidad y por supuesto, nosotros también. Y todo este pensamiento me lleva a mas preguntas, y posiblemente en este momento la más grande de todas: ¿y ahora qué me toca hacer?
Me refiero a que es momento de reflexionar sobre lo que podemos pensar o hacer ante una realidad que tarde o temprano pasaría y que nos obligaría a tener una postura o actitud ante una nueva vida que aún no conocemos del todo.
Entonces, ¿por donde empezar?
Como siempre planteemos puntos básicos en los cuales tengamos la oportunidad de crear una base para generar una postura y un ajuste de comportamiento ante la puerta de una nueva vida y forma de ser. Partamos por:
- Empezar por tener una vida saludable, lo que para ti sea, eso será lo mejor como puerta a una nueva vida, cuidar la salud siempre será lo más importante.
- Detectar y aceptar todos los errores que trajo esta pandemia, desarrolla un plan de innovación y adáptalo a esta nueva realidad.
- Reconocer los cambios en ti, vete al espejo, mira tu cara, y reconoce lo mucho que cambiaste en pensamiento, forma de ser, tu futuro, etc.
- Adaptarse y crear un plan propio de crecimiento, profesional, personal y sobre empático con quienes te rodean.
- Observar más de la cuenta, hoy mas que nunca vale la pena escuchar y ver antes de actuar.
- Creer en ti nuevamente, por que llegaste a un lugar que muchos hubieran querido, y ¡lo que te falta!
- Dejar abierta tu mente de par en par, para saber como será tu nueva forma de ser, vivir y trabajar.
- Crea tu plan de ejercicio, seguro tendrás que adaptar tu nuevo rol en tu carrera.
- Disfruta tu nueva vida y planea tu futuro, estas en una nueva oportunidad de vida.
Recordemos que después de todo este confinamiento, muchos de nosotros tuvimos todo tipo de altibajos en los cuales, los cambios no pararon y se volvieron retos constantes para nuestro pensamiento, salud, y sobre todo adaptación constante. Sin embargo, para muchos expertos estos “cambios” pueden ser benéficos de muchas formas. Es decir, ya estamos listos para enfrentarnos a nuevos retos y a nuevas formas de trabajar.
Ahora con nuestras conciencias despiertas, aprovechemos para construir un mundo mejor; honremos a todos aquellos que ya no están con nosotros por diversas causas, y que seguramente estarán esperando que todo lo que vivimos sea un detonador para pensar siempre en el bien de los demás.
Rompamos las barreras que nos impiden en encontrar un mundo más afable para todos, sin oportunismos, sin dobles líneas que leer o que adivinar.
Por lo pronto, deseo fuertemente que esta nueva oportunidad de reconstruirte sea llena de emociones, risas y sobre todo ganas por crecer y ayudar a los demás a hacer de esto un mundo mejor. Espero que este cambio de semáforo sea lleno de emoción para ti, así como se llene de esperanza para todos de que es momento de avanzar a algo mejor.
Contagia a los demás de una actitud positiva y abierta, es lo que hacen los líderes en todo momento, y a ellos deberemos seguirlos con mayor fervor.
Y tú, ¿cómo re construyes tu imagen?
