Hoy en día, el uso de aluminio para crear una lata para una bebida forma parte de la hoy llamada economía circular —aquel modelo económico conocido por: reparar y regenerar, productos, componentes y recursos para que mantengan su utilidad y valor en todo momento— siendo así un material muy valioso por la continuidad de su vida útil.
De acuerdo a datos de European Aluminium, 7 de cada 10 latas de aluminio vuelven a los circuitos de producción para convertirse en nuevos productos de aluminio.
En suma, el último reporte de Grand View Research revela que en los próximos años aumentará la demanda de formatos compactos de packaging, principalmente en segmentos como las bebidas energéticas y las bebidas con base de café y té.
De esta manera, en Europa y Latinoamérica, debido a la popularidad de los espectáculos deportivos podrían incrementar su consumo, dado que el formato de la lata en las bebidas tiene una mayor ventaja en estos espacios para su consumo.
Datos de Statista cuentan que el número de latas vendidas por Red Bull en 2011 fue mas de 4,000 millones de latas en todo el mundo. Y, desde 2011 hasta 2014 la ventas de latas de Red Bull a nivel mundial aumentaron hasta los 5,610 millones.
La importancia de contar con un buen packaging
Reportes señalan que, para la mayoría de las personas, el envase pasa desapercibido hasta que llega el momento en que lo utilizan, porque es ahí donde el consumidor decide si le es atractivo el producto o no para adquirirlo.
El packaging actualmente es un vendedor silencioso, debido a que los consumidores son hoy día más exigentes con los productos, y si no les gusta no lo compran.
Por eso, para desarrollar un producto atractivo hay que tener en cuenta: la funcionalidad. Que sea funcional para los consumidores, y así tengan la oportunidad de hacer un correcto uso de los productos.
Y sobre todo, que el packaging genere experiencias. A través del diseño el consumidor perciba la innovación, relevancia, la creatividad, originalidad e identidad que la marca plasma en un material que puede crear una experiencia memorable, logrando así que el consumidor compre el producto y conserve el embalaje.
