¿Cuánto creció la base de seguidores de tu compañía este año? Es decir, aquellos a los que les llegan tus mensajes, aunque no los lean o compartan. Ahora, ¿cuántos de ellos son fans?
Muchas compañías se jactan del número de seguidores que tienen en redes sociales, crean campañas on-line para promover más visitas, alcance, impacto, menciones, clics y claro, engagement. Pero ¿cuántas acciones están encaminadas a construir una marca y no sólo a satisfacer resultados efímeros? ¿Cuántas a generar ese vínculo especial que haga la diferencia entre recibir mensajes de una determinada marca o buscar continuamente el contenido que ésta crea?
Más aún, y considerando que no toda nuestra vida es en los medios on-line, ¿cuántas acciones contemplan la generación de contenidos que existan tanto en los medios off-line (que se percibe con los cinco sentidos) como en línea?
Si lo analizamos bien, aunque es determinante una buena estrategia de medios, así como el conocimiento de las redes sociales y herramientas digitales para difundir eficazmente, el secreto está en el contenido mismo y cómo éste madura a través de los días, meses y años. Un contenido concreto y bien fincado, logrará primero una empatía para después, si es bien desarrollado, construir una base de fans. Esos que eligen a tu producto no por sus materiales, color o precio, sino por la admiración que pueden tener de su concepto. Qué pueden ser fanáticos del servicio que ofreces, pero más de la experiencia que tu marca ha tatuado en ellos y de cómo comunicas otras experiencias.
Eres fan de una marca (o personaje) que es única para ti, que comparte tus valores y los representa. De un concepto que no deja de sorprenderte, se reinventa, te incluye (aunque no necesariamente a todo mundo), te inspira y te enriquece. Somos seguidores de las marcas que nos brindan algún beneficio mientras lo hagan o para conocer qué tienen que ofrecernos. El vínculo de los seguidores no es muy fuerte y está supeditado a la conveniencia.
Los fans en cambio, están con su “equipo” gane o pierda, por lo que ha erigido en ellos y lo que representa. Evoluciona de ser conveniente a propio, parte de tu cotidianidad. Somos fans de equipos deportivos, deportistas, grupos musicales o artistas porque nos brindan constantes emociones y hemos tenido una estrecha relación con ellos a lo largo del tiempo, incluso, en muchas ocasiones, desde una edad temprana.
Quizá ya sea hora de aprender de ellos y ahora también emplear métricas más sólidas. De generar estrategias a largo plazo que primero nos den seguidores, pero con el primordial propósito de convertirlos a fans. Esos que son mucho más difíciles de ganar, pero estarán con nosotros por mayor tiempo y sin cuestionar.
