¡Vaya que le ha hecho #Trump un gran favor al actor @AlecBaldwin, ya que lo ha puesto de nueva cuenta en el candelero del escenario mundial por sus casi semanales parodias hacia el Presidente Número 45 de los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.)! Y también por su abierta pelea en @Twitter con el hombre naranja del 1600 de la Pennsylvania Avenue.
En este contexto, el legendario programa de televisión Saturday Night Live [@nbcsnl] tendrá material para un festín de sketches en los siguientes cuatro años o lo que dure la locura en la Casa Blanca, ya que no son pocos los que opinan que #Trump podría NO concluir su encargo por algún lamentable “accidente” que le llegara a suceder, y no estoy hablando de lo que ustedes se imaginan, sino de un impeachment o revocación de mandato por el exceso o defecto de sus decisiones.
Bajo este orden de ideas, el escenario -del impeachment– no se antoja fácil y menos rápido, toda vez que la Suprema Corte de los EE.UU., está dominada en estos momentos por una corriente ultraconservadora que seguramente protegerá los intereses del Republicano, manteniéndolo a salvo y lo más posible al frente del Gobierno gringo.
Sin embargo, no todo está perdido para la Sociedad norteamericana y la Comunidad Mundial, ya que estamos ante una situación inédita de un choque de trenes entre un Presidente al que no le gustan las burlas hacia su persona y un programa icónico de los gringos que basa todas sus críticas en la Primera Enmienda Constitucional que protege la “Libertad de Expresión” como base fundamental de una sociedad democrática, liberal y de pensamiento progresista.
Más aún, la abierta amenaza “See You in Court”* que mandó #Trump al poder judicial norteamericano, es un reto abierto para ver de qué están hechas las instituciones de aquel país, porque si él como Presidente en funciones que es, logra romper la credibilidad de los otros poderes que le hacen contrapeso, entonces la suerte de Saturday Night Live estaría echada y podríamos ver una escalada legal que pudiera empezar con la orden de suspensión de las críticas al poder presidencial; la petición de despido @AlecBaldwin hacia la cadena de televisión @NBC o la cancelación del programa, y en el extremo de los casos: una demanda multimillonaria por parte del Gobierno de los Estados Unidos en contra de los dueños, que por cierto es la empresa @Comcast, mismos que tampoco son nada suavecitos para los temas de negocios.
Para concluir, la pelea por el rating de Saturday Night Live es una lucha de muchos millones de dólares semanales que bien vale arriesgar todo por un programa que hace menos de cinco años vivía momentos de angustia por una eventual cancelación, así que seguramente Lorne Michaels como su creador y productor ejecutivo le estará eternamente agradecido a Mr. #Trump.
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