Una máxima que guía el funcionamiento y trabajo diario de muchas empresas y agencias es que es más sencillo mantener los clientes que ya se tienen a conseguir uno nuevo. Tomando esto como base, existen distintos métodos para generar consumidores leales, entre los que destaca, por poner algunos ejemplos, los programas de lealtad, las promociones y los artículos promocionales coleccionables. Especialmente estos últimas son capaces de desarrollar relaciones a largo plazo con los clientes, siempre y cuando logren realizarse de modo correcto.
A diferencia de un producto promocional aislado, que sólo sale una ocasión, los artículos promocionales coleccionables forman parte de un rompecabezas que pieza a pieza va armando el cliente. Para tenerlo completo, debe esperar, evidentemente, a conseguir todas las partes. Para lograrlo, debe ser lo suficientemente paciente y tenaz para contar con todos los elementos.
Pero, ¿cualquier artículo promocional coleccionable funciona? La respuesta es que no. Para saber qué colección puede tener un impacto en el target hay que tomar en cuenta aquello que esté en la preferencia del público en un momento dado.
Algunos ejemplos de artículos promocionales coleccionables son los famosos Tazos de Pokemón, que surgieron precisamente en el auge de la famosa serie animada. Otro ejemplo, fueron las Cajitas Sonrics, quienes de hecho realizaron varias campañas de distintas temáticas.
Para hacerlo bien, además de encontrar el tema central de la colección, hay que saber espaciar las entregas de los artículos. Dependiendo de qué se trate y de lo costoso que sea el producto con el que se otorgarán, habrá que seleccionar lapsos no tan amplios para que la gente pierda el interés, pero tampoco tan cortos para que logren completarla en una semana.
Se puede hacer difusión de los artículos promocionales coleccionables por medio de redes sociales, para aumentar la expectativa en cada entrega y que los clientes busquen tenerlos todos.