Donald Trump ha sido altamente criticado, no sólo por el aislamiento comercial en el que están metiendo a Estados Unidos, sino también por separar a familias de inmigrantes en la frontera y mantenerlos en jaulas, situación que ha sido considerada como una crisis humanitaria, condenada por distintos países y que han llevado a EU a abandonar el Consejo de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esto ha acrecentado considerablemente la percepción negativa que hay sobre el actual gobierno norteamericano, pero no sólo al exterior de dicho país, sino también a su interior, tal y como quedó patente cuando la dueña del restaurante Red Hen, en Lexington (Virginia), le pidió a Sarah Huckabee Sanders, portavoz de la Casa Blanca, que abandonara el local porque deseaba hacer valor los estándares de compasión y cooperación del centro del consumo.
Esa noche del viernes 24 de junio (cuando pasó el incidente), si bien, la portavoz de la Casa Blanca se retiró del establecimiento con cordialidad y con calma, de acuerdo con datos de EL País, la reacción que tuvo esta mañana de lunes (25 de junio) Donald Trump por el tema fue considerablemente más agresiva.
Como es su costumbre, Donald Trump expresó su pensar por medio de su cuenta oficial de Twitter: “El restaurante The Red Hen debe centrarse más en la limpieza de sus toldos socios, puertas y ventanas (necesita urgentemente un trabajo de pintura) en lugar de negarse a servir a una buena persona como Sarah Huckabee Sanders”, y continuó, ” Siempre tuve una regla, si un restaurante está sucio por fuera, ¡está sucio por dentro!”, de acuerdo con datos de Excélsior.
Cabe destacar que Sarah Sanders no es la única funcionaria que ha pasado por este tipo de incidentes, puesto que Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional, el pasado 19 de junio, se encontraba cenando en MXDC, un restaurante mexicano, cuando distintos peatones le gritaron “acaba con la separación de familias” y “¡Qué vergüenza!”.