Dentro de los distintos puntos de venta que una marca o retailer puede tener, una Pop-Up Store es una tienda con diseño y características especiales.
Si bien cada establecimiento al interior de una plaza comercial o fuera de ella muestra una estructura particular, cuando se trata de una Pop-Up Store, esto cambia radicalmente, tal como sucede con otro punto de venta conocido como Flagship Store.
Para ambos casos el espacio, diseño y concepto en cada una de ellas difiere, en comparación con los locales de una marca dentro de un centro comercial, ya que una firma busca que con estas tiendas el cliente tenga una experiencia de compra diferenciada, además de artículos exclusivos o poco vistos en locales más comunes.
Pop-Up Store y Flagship Store, ¿qué las hace distintas una de otra?
Así como existen discrepancias que pueden resultar evidentes entre un formato de retail y otro, también existen otros que no son tan evidentes.
En el caso de una Pop-Up Store, estas tiendas se diferencian por ser itinerantes, es decir, que tiene un tiempo finito de exhibición y ocupación de un espacio, el cual puede comprender semanas o algunos meses de operación, para después cerrar y prescindir del espacio ocupado, además de una superficie menor.
Al interior de este punto de venta, una marca puede ofrecer al cliente productos de edición limitada, colecciones especiales o las más recientes, además de promociones, servicio personalizado, un layout distinto y un diseño al interior diferente.
Su operación y servicio por tiempo limitado, hace que el target se sienta interesado en visitarla, dado que si no acude a ella, puede que las promociones y artículos ahí disponibles, no los consiga en otro punto de venta, algo que contribuye a las ya conocidas compras por impulso.
Esta característica, así como su estructura y diseño permiten ofrecer al cliente experiencias únicas, que no tendrá en un local tradicional, además de generar un vínculo emocional con el público.
Esta semana, la marca de cerveza Bud Light presentó su Pop-Up Store, en colaboración con Compra Moda Nacional, punto de venta en donde se comercializa su nueva colección Primavera/Verano 2018 llamada Bud Light Blue.
Por otro lado, una Flagship Store o tienda insignia, a diferencia de una Pop-Up Store, está sí cuenta con amplias medidas, sin dejar de mencionar que su ubicación casi siempre se encuentra en zonas de gran afluencia.
En el caso de una tienda insignia, ésta cuenta con un diseño y visual merchandising exclusivo, con el que una marca representa su imagen , valores y esencia, de tal manera que el cliente pueda identificar fácilmente de qué firma se trata.
Al interior de una flagship store, un consumidor puede estar más cerca de los productos e interactuar con ellos y la marca, ya que además de observarlos, el cliente puede manipularlos, probárselos y recibir asesoramiento personalizado, sin que esto los comprometa a comprar.
Según un artículo del diario The New York Times, estas tiendas proponen un ambiente cómodo y agradable al target, de tal forma que estar en contacto directo con el stock les permite a los consumidores vivir una experiencia distinta. Por tanto, acudir a una tienda insignia ya no solo supone una posibilidad de compra, sino también una oportunidad de pasar un momento ameno y generar engagement con la firma en cuestión.
Para ello, el diseño de una flagship store comprende no solo un visual merchandising distinto, sino también la integración de elementos que no se encuentran en un local convencional. En la tienda insignia se aprecian sillones, cuadros, displays, sillas, lámparas colgantes entre otros aditamentos que generan una atmósfera más acogedora, que invita a pasar más tiempo en el punto de venta.
El 9 de mayo de este año, la marca de ropa española Bershka reinauguró su tienda insignia, ubicada sobre calle Madero, en el centro de la capital del país, punto de venta de dos pisos en donde se exhibe lo más selecto de sus colecciones, así como un diseño y decoración que remite a la vida urbana de las personas que habitan la CDMX.