El CEO de Microsoft, Satya Nadella, declaró que el dominio del motor de búsqueda en línea de Google hacía muy difícil que surgieran rivales, durante una audiencia ante un juez estadounidense encargado de decidir si Google debe su éxito a su popularidad o a prácticas ilegales anticompetitivas.
“Se puede decir que (Google) es popular, pero para mí es predominantemente dominante”, dijo Nadella a un abogado del gigante de Internet durante un tenso interrogatorio. El empresario fue llamado a declarar en Washington, en el marco del histórico proceso abierto el 12 de septiembre contra Google, acusado de abuso de posición dominante por parte del gobierno americano.
Según el Departamento de Justicia, el grupo californiano construyó su imperio a través de contratos ilegales de exclusividad con empresas como Samsung, Apple y Mozilla, de modo que su herramienta se instalaba por defecto en sus dispositivos y servicios, impidiendo así que surgiera cualquier alternativa.
Se trata de la demanda antimonopolio más importante presentada en Estados Unidos contra una gran empresa tecnológica desde la que se presentó contra Microsoft y su sistema operativo Windows, hace más de veinte años. Desde 2009, Bing, el motor de búsqueda de Microsoft, intenta ganar cuota de mercado. Nadella dijo que creía que nunca podría competir con Google, en gran parte debido a sus acuerdos con Apple.
Los abogados de Google argumentan que los usuarios pueden cambiar fácilmente de aplicación, pero este es un argumento “falso”, según el jefe del grupo de TI. “Sería un punto de inflexión (para Bing) ser una herramienta predeterminada en Safari”, el navegador de Apple, añadió. Pero Apple rechazó los avances de Microsoft. El fabricante del iPhone recibe miles de millones de dólares de Google cada año, gracias a un generoso acuerdo de reparto de ingresos, según han revelado testimonios anteriores.
Satya Nadella insistió también en otro argumento de la acusación: la recogida de datos por parte de Google creaba un efecto de red que reforzaba su poder como herramienta para los anunciantes y para los usuarios. En este contexto, “se vuelve aún más difícil abrirse paso cuando no se tiene participación de mercado”, afirmó.
Microsoft siguió invirtiendo en Bing, con la esperanza de un posible “cambio de paradigma” o una intervención gubernamental contra Google. A principios de año, la empresa incluso lanzó un Bing potenciado con IA generativa (inteligencia artificial), tras el éxito de ChatGPT, la interfaz de OpenAI, una start-up financiada en gran medida por Microsoft. Pero a pesar de cierta “exuberancia” al principio, Nadella dijo que ya no cree que esta nueva tecnología desafíe el dominio de Google en las búsquedas en línea.
El ejecutivo aseguró que ahora teme que Google utilice su posición dominante para presionar a los proveedores de contenidos, fundamentales para entrenar modelos de IA generativa. “A pesar de mi entusiasmo, temo que este círculo vicioso se vuelva aún más vicioso”, afirmó Nadella.