El sampling es una de las estrategias que mayor impacto (siempre que se haga bien) logra generar en un punto de venta. Por medio de pequeñas muestras los clientes pueden comprobar si un producto cuentas con las cualidades que afirma tener. Sin embargo, y como sucede con muchas otras estrategias, puede ser utilizada de manera conjunta con otras herramientas para que el impacto que tienen sea considerablemente mayor. Por ejemplo, esta técnica puede juntarse junto con el neuromarketing.
Esto funciona bastante bien con productos alimenticios. Por ejemplo, si se implementa una estrategia de sampling en un punto de venta, aquello que se está ofreciendo puede ser presentado de modo muy atractivo (como en un stand con colores muy llamativos) para que la gente se acerque por una muestra.
En el espacio en el cual se está realizando la acción de sampling también se puede poner música que regularmente se encuentren en las preferencias del público meta al que se quiere llegar, para que, por medio del oído, también se sientan atraídos a ir a dicho espacio.
Por sí solos, cuando se trata particularmente de productos alimenticios, las muestras puede estimular per se los sentidos de las personas: quizá en el que tienen particularmente un gran efecto es en el gusto.
También, y aunque sea por poco tiempo, cuando la gente tiene contacto con el producto, o sea, cuando lo toca, también se está estimulando otro sentido más.
Finalmente, por medio del olor que se genera con las muestras que se ofrecen como parte de la estrategia de sampling, se estimula el olfato de modo efectivo. De hecho, hay quienes consideran que los olores llegan a la memoria directamente, por lo que su impacto en la mente del consumidor es mucho mayor que la que se logran por medio de la estimulación de otros sentidos.
Aunque hay quienes pueden considerar que esta estrategia es considerablemente cara, es importante implementarla para que tenga un gran impacto.
