Muchos son los factores que entran en juego al aumentar considerablemente la productividad de los empleados. Desde el ambiente laboral, hasta el crecimiento profesional e incluso el personal. Una relativamente nueva forma hacer que los colaboradores sean más productivos es por medio del sueldo emocional. ¿Qué es y en qué consiste? Sobre esto platicaremos en las siguientes líneas.
El sueldo emocional puede ser definido como la retribución que una empresa le da a una trabajador, la cual no es económica, sino que más bien busca mejorar la calidad de vida, por medio de la satisfacción de las necesidades personales, familiares e incluso profesionales con las que cuentan.
Algunos ejemplos se presentan cuando en un trabajo ofrecen días de home office a los trabajadores, diplomados pagados por parte de la empresa, colocar videojuegos o incluso disponer de café.
Hay muchas empresas que no implementan el salario emocional, por pequeño que sea, debido a que lo consideran como un gasto que no genera una ganancia tangible. Lo cierto es que este tipo de acciones, que podríamos considerarlas como acciones parte de una estrategia de endomarketing, pueden tener un impacto considerablemente positivo en la productividad.
Cuando un cliente está satisfecho y, sobre todo, está feliz en con su trabajo y en su oficina, coloca mucho más empeño en su trabajo, se siente más a gusto en él y además de que su creatividad se desarrolla mucho mejor, por lo que puede ofrecer soluciones disruptivas y de alto impacto.
Aunque parezca en un principio un gasto superfluo o innecesario, la correlación entre el sueldo emocional y la productividad puede generar ganancias para la empresa, de tal modo que puedan recuperar y superar la inversión que se realizó al momento de llevar a cabo este tipo de acciones.
Otra de las ventajas del sueldo emocional que es que, como acción de enomarketing, puede ayudar a convertir a los empleados en embajadores de marca, que siempre hablen bien de la empresa y la proyecten positivamente con el resto de las personas.