Las famosas donas glaseadas de Krispy Kreme están siendo servidas ahora en Rusia por una imitación local después de que la compañía estadounidense retirara sus apuestas luego de la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin.
La nueva cadena, propiedad de Arkady Novikov, exfranquiciado de Krispy Kreme en Rusia, ha sido renombrada como Krunchy Dream. Novikov recibió la aprobación de los reguladores rusos para registrar el nombre en septiembre, según el medio de noticias de negocios RBC, cuyo informe fue citado por Reuters.
La compañía con sede en Charlotte, Carolina del Norte, reveló en una presentación de agosto que dejaron de operar sus 30 tiendas Krispy Kreme en Rusia. Fue una de varias grandes marcas que se fueron después de que las fuerzas rusas entraran en Ucrania en febrero.
Otro caso para nada aislado es McDonald’s, que finalizó sus operaciones en Rusia en junio, y ha sido rebautizado como Vkusno & tochka, que se traduce aproximadamente como “sabroso y eso es todo”. La comida servida por la cadena de comida rápida todavía usa el equipo que dejaron las franquicias de McDonald’s.
También Starbucks, la cadena de cafeterías con sede en Seattle, retiró sus participaciones en Rusia. Sus tiendas han sido renombradas como Stars Coffee. Las 130 tiendas Starbucks en Rusia fueron compradas por empresarios rusos locales.
A finales de noviembre, más de 1.000 empresas occidentales se han retirado de Rusia, según un recuento actualizado de la Escuela de Administración de la Universidad de Yale. Los gobiernos occidentales también han impuesto sanciones a Rusia, incluidas aquellas contra su sector energético, a raíz de su invasión de Ucrania.
El Ministerio de Finanzas de Rusia publicó datos la semana pasada que mostraban que los ingresos fiscales de los sectores que no incluyen el petróleo y el gas cayeron un 20 por ciento en octubre, según The Washington Post.
Rosstat, la agencia estatal rusa de estadísticas, informó que las ventas minoristas cayeron un 10 por ciento año tras año en septiembre, mientras que la facturación de carga cayó un 7 por ciento.
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